Markus vuelve a dominar el panorama de Frankenjura. Ha habido que esperar un par de años para que volviese a proponer un noveno grado para una de esas vías que tanto le motivan. Proyecto viejo, grandes nombres detrás y alta dificultad. Llamada The essential, la vía comenzaba a equiparla Klaus Buechele en los 80, trabajo que continuaría un amigo de Markus, Werner Thon, una década más tarde, quedándose cerca de firmar, también, su primera ascensión. Bock, en aquel momento, admiraría la línea, desde lejos, pero sin encontrar demasiadas posibilidades para su encadenamiento.
La vía no solo «pesa» por su grado, también por su situación. The essential se levanta en una de las zonas clásicas por excelencia de la escuela alemana, cerca de líneas estrella como la Kaum Zeit zum Atmen de Wolfgang Gullich. Por allí, Markus tumbaba otro proyecto, Three suns and one star, cotándolo como 8c+ a primeros de mayo, en lo que sería el prólogo a su nueva proposición en Frankenjura. Cinco días de intentos después, el 9a volvió a la libreta de Markus.
Las últimas aportaciones con la cuerda de Markus en los bosques germanos llegaban al ritmo de noveno por año. En 2005 y 2006, Bock añadía el tercer y cuarto nueve de la escuela, tras la mítica Action directe de Güllich (el primero) y Unplugged (también propuesta de Markus Bock), y en 2007 se ponía de nuevo al frente de las correrías en dicha escuela cuando tumbaba Matador (9a).