La figura de Chris Bonington es una de las más respetadas del alpinismo británico de todos los tiempos. Su currículum está plagado de primeras ascensiones en los Alpes (al Pilar Central de Freney en 1961 o la primera británica a la norte del Eiger en 1962), Patagonia (Torre Central del Paine en 1963) y todos los rincones del Himalaya (Brammah en 1973 y Changabang en 1974, en India; el Ogro en Pakistán en 1977; o el Kongur Tagh en China en 1981). También comandó importantes expediciones británicas a ochomiles como el Annapurna (1970), Everest (1972, 1975 y 1982, además de 1985 cuando hizo cumbre como miembro de una expedición noruega) o K2 (1978).
Nombrado caballero británico en 1996 por sus servicios en el campo deportivo, uno de sus grandes logros en su país fue la primera ascensión del monolito de las islas Órcadas conocido como Old Man of Hoy, en 1966 haciendo cordada con Tom Patey. Unos días atrás, y pocas semanas después de cumplir los 80 años, Sir Chris Bonington regresó al lugar para repetir esa escalada, con Leo Houlding como compañero de cordada y con motivos benéficos. El veterano montañero londinense quería conseguir notoriedad y fondos para la lucha contra las enfermedades de la motoneurona, afección que causó la muerte de su mujer Wendy el mes pasado.
El más viejo y el más joven
Curiosamente, Leo Houlding tiene también una relación especial con la emblemática vía. Él todavía es la persona más joven en haber escalado el Old Man of Hoy, al hacerlo con 11 años de edad y sólo seis meses después de haber empezado a escalar. La cordada se enfrentó a la línea en las típicas condiciones de la zona, es decir, lejos de ser ideales, con más viento del deseable y una ligera pero constante lluvia durante todo el día. De hecho, según comentaron después, les resultó difícil encontrar adherencia en el largo clave.
En declaraciones a su patrocinador Berghaus después de la escalada, Chris Bonington señalaba que «estoy exhausto pero muy contento. Escalar con Leo es siempre un placer y su apoyo ciertamente me ha ayudado a superar las secciones más difíciles. ¡Definitivamente, no soy tan ligero o flexible como en los años 60!». Además, reconocía que «el momento en la cima fue muy emotivo. Yo estaba encantado de haber completado la escalada, pero por supuesto también pensaba en Wendy, que fue mi roca durante todas mis anteriores expediciones, ya fueran cercanas o lejanas. Espero que la gente que oiga hablar de esta ascensión se tome el tiempo para conocer un poco más sobre las enfermedades de la motoneurona y nos ayude a conseguir algo de dinero para financiar la investigación sobre una cura».
Por su parte, Leo Houlding señalaba que «el hombre viejo estuvo increíble en el Old Man. Chris fue un héroe para mí cuando era niño y ahora tengo la suerte de poder considerarlo un buen amigo. He visto las imágenes de la filmación de 1967, que fue uno de los momentos icónicos en la escalada británica y encendió la imaginación del público, de gente como yo. Ha sido un gran privilegio regresar a Hoy con Chris, que nunca deja de sorprenderme con su sed de aventura. Oh, y todavía puede escalar muy bien. ¿De verdad tiene 80?».
Interesante ! : ))
En la foto del diedro va de primero… 😉
Grande grande. El que tuvo retuvo. Menudos 80 años. Me fascina toda la generación de británicos que lideró Bonnington. Una época dorada del alpinismo. Además de los libros de sus protagonistas, os recomiendo The Boys of Everest, donde se repasan las hazañas y tragedias de todo el grupo.
Yo de mayor quiero ser como él
Que levante la mano el que no haya abandonado en una via llena de parabolts ‘con más viento del deseable y una ligera pero constante lluvia durante todo el día’. Grandísimo personaje
Veo la foto de Leo escalando el diedro, y pienso que para una persona de 80 años, subir por ahí, aunque sea de segundo, no debe ser nada fácil.
Sudoeste del Everest, 1975. Mi primer libro de montaña. Tengo una predilección especial por este hombre, igual que por Doug Scott.
¡Que gran personaje!