Beat Kammerlander libera Kampfzone 8c en el Rätikon

Beat Kammerlander ha completado su tercera sinfonía en el Rätikon. Este mítico escalador austriaco, uno de los más importantes durante los años de consolidación de la escalada deportiva, le ha pintado el punto rojo a su último proyecto en el lugar. La vía, de cinco largos, se llama Kampfzone y ha recibido una cotación máxima de 8c, aunque quien quiera repetirla tendrá que emplearse a fondo también en las otras tiradas: L1 8b+, L2 8c, L3 8a+, L4 7a y L5 7c.

Él mismo lo anunciaba hace un par de días en sus redes sociales: “Un largo proyecto se completó el 14 de agosto con el punto rojo. La vía se llama Kampfzone y se encuentra situada en la pequeña torre del Rätikon. La escalada es muy difícil y la calidad de la roca es de lo mejor que conozco. Fue abierta hace 5 años desde abajo y tiene dificultades obligadas de 8a”. Lo más impresionante es que Beat Kammerlander tiene ahora 58 años.

Triángulo Kammerlander en el Rätikon…

Beat Kammerlander mantiene un particular idilio con el Rätikon desde hace cuatro décadas. No en vano ha abierto y encadenado ahí algunas de sus vías más famosas… y al mismo tiempo, las vías más prestigiosas del lugar llevan su firma. Una de las más serias es Unendliche geschichte 8b+, la historia interminable que estrenó en 1990 y que liberó en 1991. Desde entonces, sólo un puñado de valientes se han atrevido a enfrentarse a ella. De ellos, además,  únicamente Pietro dal Prà en 2005 y Nina Caprez y Barbara Zangerl en 2015, se han llevado el gato al agua.

Aunque la vía que más y mejor relaciona a Beat Kammerlander con el Rätikon no es esa esquiva historia interminable, sino otra línea cuyo nombre ha dado la vuelta al mundo y se convirtió en una de las integrantes de la clásica Trilogía Alpina de 1994. Se trata de Silbergeier 8b+, un nombre que figura en la lista obligatoria de todo aspirante a bigwallero europeo de alto nivel que se precie.

Y ahora, 27 y 23 años después, a ese dúo de vías Beat Kammerlander añade con Kampfzone el tercer ángulo de un triángulo virtuoso en el Rätikon, con los ingredientes de siempre. Ya decía hace dos años que se había quedado cerca de encadenarla ese verano. Entonces, decía de ella que “la roca es increíblemente buena y las presas son súper pequeñas y técnicas”. Y añadía que “las condiciones a 2.800 metros sobre el nivel del mar son muy duras”.

La herencia de Kammerlander

Beat Kammerlander se ha asegurado de dejar una dilatada herencia para la posteridad. Vale la pena recordar que, además de las tres vías citadas, el Rätikon cuenta también con otra icónica línea que lleva su firma, aunque no fue capaz de liberarla jamás… al menos hasta la fecha. Se trata de WoGü (250 m, 8c), su particular homenaje a Wolfgang Güllich, que abrió en 1998 y que tuvo que esperar diez años hasta que Adam Ondra realizara la primera ascensión en libre. Después, sólo la ha repetido Edu Marín, en verano de 2016.

El siguiente paso en la evolución de Beat Kammerlander como escalador fue el solo integral. El vídeo de su angustiosa ascensión de Mordillo en 1998 (8a+ de Voralpsee, Suiza) es por sí mismo un test del estado nervioso del espectador. No profundizó más en esa dirección, y prefirió el rumbo de la escalada tradicional y limpia. La cúspide de sus escaladas en autoprotección llegó en 2009, con la ascensión de Prinzip hoffnung 8b/+ en Bürser Platte, donde en 2014 creaba la vecina Drei siebe 8b.