Markus Stofer y Robert Jasper empezaban, al abrirse febrero, un viaje por las montañas noruegas, con la obvia intención de encontrar y a ser posible escalar algunas de sus gélidas líneas. Y lo hicieron, pero algo no debió dejarles contentos, faltaba el auténtico reto de tan titánico deambular por la roca y el hielo: su ambición se tornaría en aperturismo, estableciendo 1.200 nuevos metros de WI6 y X (hielo precario), Into the wild, y otros 1.000 con dificultades de M8+ y WI6+, Fosslimonster.
Siendo objetivos, no se puede decir que sus intenciones fueran nuevas. Venían de largo, concretamente desde que, en 1999, Robert Jasper conociera las grandes cascadas de hielo que brotan en los fiordos de Gudvangen (en el área de Aurland), «probablemente» las más largas del mundo. Éstas, por mencionar una objeción más a las conocidas de tan loca aventura, se encuentra próximas al mar, por lo que sus condiciones no son nunca las más idóneas para su escalada. Pero cuando uno llega hasta allí hay concesiones que debe estar dispuesto a asumir, y algunas veces encuentras la recompensa. «Las extremas temperaturas de este invierno (por debajo de los 30º bajo cero) lo congelaron todo en Noruega. Esta era la oportunidad. Esto era lo que estábamos esperando».
Con Into the wild, nombre con el que se homenajea la celebrada novela de Jon Krakauer (recientemente llevada al cine por Sean Penn), y sus 1.300 metros, la cordada abre una de las rutas de hielo más largas y extenuantes del planeta, solo superada, que sepamos, por la salvajada de Eiliv Ruud y Nils Nielsen, quienes abrían 1.400 metros sobre el Oliskardstind noruego, con verticales de 90º.
Tras los 900 metros de desnivel que supera Into the wild, llevarían sus piolets a rutas de mayor dificultad y menor envergadura. Su siguiente parada fue en Eidfjord donde se llevarían los 180 clásicos metros de Vöringfossen, y un poco más lejos, en la sur del Mabodalen, volvían a emplear la imaginación para abrir Landplage, 240 metros de WI7-, «una fantástica línea de mixto sobre carámbanos colgantes».
Un monstruo de mixto
Regresarían a Naeroydalen para escalar «la cascada más impresionante del valle», una ruta que a simple vista no es más que un spaghetti de hielo, pero que en su opinión parecía escalable y que al culminar definiría como «la ruta más larga del mundo en su estilo»: Fosslimonster. «Para explorar, probamos los primeros 300 metros. El hielo era bastante penoso, pero suficiente para el intento». En intento se quedó, las fechas apretaban… y tuvieron que cambiar el billete de vuelta a casa, para ganar un par de jornadas que esperaban fueran suficientes para un último envite. «Los largos de mixto nos llevaron mucho más tiempo del deseado, las temperaturas estaban empeorando el hielo» y tras superar dos tercios de la pared, y dos largos en completa oscuridad, se retiraban. Fosslimonster «había ganado». Por el momento.
Después de volver a casa, participar en alguna competición y tomar el merecido descanso del guerrero, Robert Jasper se reunía con su amigo suizo Roger Schaeli. «Tenía que escalar aquel sueño, quizá la ruta de hielo más salvaje de mi vida», explica Robert. De vuelta en Noruega, Robert y Roger se daban de bruces con otras dificultades que casi llevan al traste la ascensión. Su equipo se quedaba por el camino, extraviado por tierras holandesas durante el vuelo, amén de ver pasar su vida en formato diapositiva y a velocidad de reactor cuando un conductor loco casi se los lleva por delante. «Finalmente… llegamos a Gudvangen y la mañana siguiente, a las 4 am, empezamos muy motivados la escalada de Fosslimonster». Las temperaturas rondaban los 0º grados, en la claridad del día creciente brillaba esa luz de las grandes ocasiones y 1.000 metros de penurias se erguían, cual condena y cual imán, sobre sus frontales. Dificultades: M8+, WI6+ y 800 metros de desnivel capaces de despertar lo mejor y lo peor del hombre. En este caso lo mejor, pues superaban el monstruoso escollo (no lo decimos nosotros, sino el nombre de la ruta). «Para mí -concluye Jasper-, la más maravillosa combinación de hielo y mixto moderno con una auténtica aventura a todos lo niveles».
Caprichosamente, al día siguiente, la línea de hielo empezó a deshacerse. Estar en el lugar y momento correctos es una virtud. Hacerlo como Robert Japer, es un arte.
Las rutas
Área: Noruega, Aurland, Gudvangen
Valle: Naeroydalen
Into the wild: WI6, X, E5, 900 metros de desnivel, cerca de 1.300 de escalada. 1ª ascensión, a vista, el 3 de febrero por Robert Jasper y Markus Stofer.
Localización: desde Gudvangen, subiendo el valle de Naeroydalen, podrás distinguir la línea a la izquierda del valle.
Equipamiento: equipo de escalada en hielo y una cuerda de 60 metros para rapelar.
Fosslimonster: M8+, WI6+, E5, 800 metros de desnivel, cerca de 1.000 metros de escalada. 1ª ascensión, rotpunkt, el 19 de febrero por Robert Jasper y Roger Schäli después de dos días previos de intentos por R. Jasper y M. Stofer.
Localización: desde Gudvangen, subiendo el valle de Naeroydalen, podrás distinguir la línea a la izquierda del valle cerca de la carretera a Nasen.
Equipamiento: equipo de escalada en hielo y una cuerda de 60 metros para rapelar. Friends 0.5- 2.5 y 3.5.
Área: Eidfjord Cara sur del Mabodalen
Landplage: WI 7-; E4, 240 metros 1ª ascensión, rotpunkt, el 6 de febrero por R. Jasper and M. Stofer.
Localización: desde Eidfjord conducir hasta el valle de Mabodalen, cerca de Vöringsfossen.
Equipamiento: equipo de escalada en hielo y una cuerda de 60 metros para rapelar.