Cuestión de inspiración. Staubbachfall, una cascada de 287 metros enclavada el valle de Lauterbrunner, Alpes suizos, sugirió a Goethe los versos de Song of the Spirits above the Waters. Y del mismo modo, al suizo Robert Jasper su idea de llevar el movimiento drytooler a terreno bigwallero. Su eterno deseo de escalar dicho muro con piolos y crampones fraguó el pasado mes de febrero con la primera ascensión de esta cascada, que ha dejado una línea de mixto en pared con dificultades de hasta M9 y E5 en hielo.
El primer intento acabó a los cinco largos y dos seguros, cuando el taladro se perdió en el fondo del valle. Los siguientes días fueron de lucha sobre roca tan desplomada como deshecha, destacando sobre el resto el largo 10: una travesía de 30 metros y M7+, pero la más sucia que uno se puede imaginar, y sólo escalable cuando la roca (pizarra) podrida y sus supuraciones de azufre estaban congeladas. Ese día, decidieron dejar colgado todo el material, evitándose así la tortura de volver a remontarlo por toda la vía.
«Salto base prohibido»
Al día siguiente, el viento se encargó de aguar la faena, nunca mejor dicho. Con todo el muro empapado por la cascada era imposible escalar, así que se limitaron a intentar recuperar desde arriba el material colgado, encontrando al borde del precipicio barreras con carteles de «No traspasar- Salto base prohibido»). No hubo éxito, pero sí lograron abrir el último largo tras descolgarse. Pasados unos días, con más frío, lanzaron un nuevo intento para escalar la vía entera. En dos horas (y de noche) escalaron el hielo inferior y alcanzaban el tramo de mixto.
Pero entonces, como si fuese un camión en caída libre, el hielo del último largo se desplomó sobre ellos. Al llegar después a la última reunión, la tirada de salida, sin hielo, se convirtió en una carretera cerrada. Vía muerta. De nuevo a rapelar hasta el suelo. Unos días después, ya acompañados por el fotógrafo Klaus Fengler, escalaron de nuevo los grandes tramos anteriores, y volvía a quedar la salida, los últimos metros. Robert quería escalarlos de una vez, pero cuando su amigo Markus Stofer le bajó hasta el punto fatídico (the band), el bloque de hielo final volvió a caer de nuevo justo a su lado. «Es un misterio cómo estoy vivo aún, y una muestra clara de que pasamos demasiado tiempo en esa zona prohibida»
Ficha técnica
Nombre: Ban zone.
Longitud: 287 metros.
Dificultad: M9, E5.
Primera ascensión: Robert Jasper y Markus Stofer en 5 días de febrero 2006.
Recomendaciones: ¡Atención!, esta vía es objetivamente peligrosa. Escalarla sólo en días de mucho frío y viento en calma, teniendo en cuenta además que le da el sol a mediodía. Rapelar después del largo 7 es difícil.