
Vuelta al Murallón, Patagonia. Robet Jasper y Stefan Glowacz volvieron a encordarse en esta granítica cara norte enclavada en el Hielo Patagónico Sur, para intentar enderezar hasta la cima su intento de 2004, que bautizaron Lo que el viento se llevó. Hace un año un tormentón casi los barrió a ellos de la pared, obligándoles a renunciar cuando quedaban 250 metros a la cima.

Entonces, un último y desesperado intento se quedó en el punto más alto de las cuerdas fijas. La pared estaba completamente helada, y las cuerdas (dañadas en varias secciones) peligrosamente tensas, haciendo trabajar demasiado a los anclajes. Sin una solvente vía rápida de escape, la cosa no pintaba bien, y el amago de buena meteo tampoco fraguó. Un viento huracanado, sumado a la constante caída de rocas y tomos de hielo, les hizo desistir.
Seis largos más…
Un año después, Jasper y Glowacz lograban culminar su apertura con seis largos de cuerda más (tiraron 21 en el intento previo), hasta un total de 27, con dificultades de 9+ (7c+) y A2. Esta vez firmaron una rápida ascensión de dos días, aunque para ello tuvieron que echarle paciencia durante tres semanas de mal tiempo, hasta que la esperada ventanita de buen tiempo permitió alcanzar la cima del Murallón, y culminar Lo que el viento se llevó.
Con esta nueva apertura, el dúo germano-suizo suma ya dos vías en el Murallón, ya que hace tres años se entrenaron abriendo su Pilar norte, con los 1.000 metros de escalada y dificultades de VII+ (5.11) y M8 de El Mundo Perdido.