Ayer, 20 de abril, tuvo lugar en la Real Casa de Correos de Madrid la presentación del libro de Enrique Herreros (1903-1977) El sábado, a la sierra (editado por la Sociedad de Alpinismo Peñalara en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid), que recoge la totalidad de sus colaboraciones en el diario Arriba durante el periodo comprendido entre los años 1951 y 1956.
La temática de estas colaboraciones es de una gran diversidad, aunque casi siempre está relacionada con su amada Sierra de Guadarrama. Pero el libro es también, como dice Mariano Zabía en el prólogo, «un canto continuado a los efectos benéficos que la montaña ejerce sobre el hombre, así como de la capacidad que tienen las cumbres para modelar y fortalecer el carácter humano».
Intervenciones y homenaje
El acto contó con intervenciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía, el presidente de la RSEA Peñalara, Pepe Hurtado (cuyo discurso puedes leer íntegro) y el hijo del autor, Enrique Herreros. Estuvieron presentes personajes tan diversos como César Pérez de Tudela, Gustavo Pérez Puig o Nati Mistral, lo que nos da una pista de la polifacética carrera del homenajeado.
La edición de este libro sirve para poner de actualidad a una personalidad única e irrepetible de la historia del montañismo y la cultura españolas. Enrique Herreros es conocido ante todo por su carrera como ilustrador, especialmente conocidas son sus caricaturas en la revista La Codorniz. Faceta ésta en la que, según César Pérez de Tudela, «capta la esencia de la escalada y descifra el color de la montaña».
«Un tipo divertido y bondadoso»
Pérez de Tudela conoció personalmente a Herreros y le define como «un tipo divertido y bondadoso». Para el explorador madrileño, Herreros «marca una época del alpinismo en la que no se puede salir de España» y, con su carrera de más de 50 años, es el personaje que tiene más permanencia en el alpinismo español», como atestigua su presidencia, en los años 50, del Grupo de Alta Montaña, la Escuela Nacional de Alta Montaña o la RSEA Peñalara.
Enrique Herreros pertenece a la generación de montañeros anteriores a la Guerra Civil, época en la que sus contribuciones deportivas fueron más notables, estando presente, junto con su amigo Teógenes Díaz, en todas las grandes realizaciones. Pero, afirma Tudela, «su aportación en lo deportivo no reside tanto en lo físico como en el ingenio en la creación de rutas, a menudo junto a Baldomero Sol». Sin embargo, es capaz de de escalar con sesenta y cinco años el Espolón del Jiso en los Picos de Europa.
Otras facetas
Pero la actividad de Herreros no se limitó al mundo de la montaña. Como dijo Pepe Hurtado en su discurso, «diversos comentaristas le califican como experto pintor, grabador, ilustrador, director de cine, actor, cartelista, fotógrafo, escritor, bibliófilo y hasta ¡hincha de fútbol!, además de notable esquiador y sobresaliente montañero». Por todo ello, Pérez de Tudela no duda en calificarle de «hombre renacentista».
Herreros fue uno de los más importantes managers del mundo del espectáculo, con gente como Nati Mistral y Julio Iglesias a su cargo. Y es que además de la creación de rutas como la de Peña Blanca, le debemos otro descubrimiento, el que hizo en un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha llamado Campo de Criptana: la actriz y cantante Sara Montiel.
Discurso de Pepe Hurtado