Félix y Jesús Ayuso, visitaron el pasado 16 de marzo nuestra Librería Desnivel para presentarnos una proyección con imágenes insólitas de La Pedriza.
Pocas palabras son necesarias para poder explicar lo que La Pedriza, cara a cara, es capaz de transmitir. De esta manera, Félix y Jesús, nos transportaron a través de un rosario de fotografías e imágenes a ese lugar único y perfecto. Y descubrirnos así, intrincados recovecos que creíamos inexistentes, caminos de piedra que nos proponen dejar huella y paredes desafiantes que nos invitan a tocar el cielo.
Espacio de acogida
También llamada La Pedriza del Manzanares, es actualmente una de las zonas más visitadas de la Sierra de Guadarrama. Enclavada en el parque nacional de la Cuenca Alta del Manzanares y que cuenta con más de mil vías de escalada donde el silencio se hace dueño del paisaje. Se ha convertido en el lugar de peregrinaje para los fanáticos de la escalada, donde sus riscos y paredes, otorgan a este intrincado macizo granítico una identidad particular.
Los hermanos Ayuso, de manera acertada, lo describían así, «sus piedras no son piedras, son caras».
Escuela de escalada
Lo destacable son las placas de adherencia, con escasos pasos de regleta, pero con multitud de rutas de dificultad por desafiar. Entre ellas, Ambrosías (8a) y el Espolón lunático (6b+/A3) en el Risco de Peñalarco, Walkiria (IV) en El Yelmo, Sur (6b) en El Pájaro, Embrujo feliz (7b) en el Balcón Oscuro, y en El Cancho de los Brezos; La noche del faro (6c+), El barón rampante (7a+), y tantas más…Y cómo no, deberíamos mencionar a algunas clásicas que marcaron época; Fulgencio (V+) a El Hueso, Ayuso (6a) a Cancho Amarillo, Sombra y Luz a El Pájaro, la Sur (A2) al Mogote de los Suicidas.
Paisajes de cine
Un sin fin de fotografías nos recuerdan el característico color de sus rocas, que a través del juego de luces cambian sus sorprendentes tonalidades según la diferente luz ambiental. Su espectacular paisaje, su especial topografía y su buen estado de conservación la hacen insólita.
Sin embargo, la proximidad a grandes núcleos urbanos y el interés de urbanizar en sus fronteras no la exentan de claras amenazas.
Acabando con las últimas palabras de los hermanos Ayuso, Jesús y Félix, empezamos con las ganas de la próxima vista a La Pedriza; «hay que ir borrando la huella del camino, volver a bajar donde las nieblas se disipan, donde los pensamientos se ordenan, y el cuaderno de viaje toma nota. Las grandes aventuras sólo se escriben al regreso, a veces, mucho tiempo después. Los relatos de viajes necesitan de una larga quietud para que después vayan cuajando de significados y puedan dar forma a un relato».