Adam Ondra ha confirmado este fin de semana que se trata de uno de los escaladores más fuertes y polivalentes de la historia. Y no le ha bastado con los encadenamientos en roca, tanto en vías como en bloques, sino que ha querido hacerlo en la máxima competición internacional de la regularidad, la Copa del Mundo. Si el año pasado se hacía con el título de dificultad en cerrada lucha con Patxi Usobiaga, este año lo ha conseguido en la modalidad de búlder, doblegando al gran campeón Kilian Fischhuber. El checo es el primer escalador que consigue inscribir su nombre como campeón de la Copa del Mundo en las dos disciplinas. Su logro sólo podría ser comparable al de la mítica Liv Sansoz, que consiguió los títulos de la Copa del Mundo de dificultad en 1996, 1998 y 2000. En 1998, además, se proclamó campeona del Top Rock Challenge de búlder, que al año siguiente se convertiría en la Copa del Mundo de la modalidad. Ondra llegaba a la última prueba de esta Copa del Mundo con las máximas posibilidades de ser campeón. A pesar de que Kilian Fischhuber (campeón en 2005, 2007, 2008 y 2009) figuraba como líder provisional, la posibilidad de descartar el peor resultado colocaba al checo por delante. La motivación por la victoria llevó a ambos a resolver todos los bloques de la clasificatoria. En semifinales, Ondra fue el único capaz de resolver los cuatro problemas propuestos mientras Fischhuber se quedaba en dos. Ya en la final, el checo volvió a ser el mejor, al encadenar tres bloques a vista, por dos en seis intentos de su rival alemán. Los rusos Dmitry Sharafutdinov y Victor Kozlov se colocaron entre ambos en la clasificación, al anotarse dos bloques en tres intentos.
Superioridad femenina de Noguchi
En categoría femenina, Akiyo Noguchi dio la vuelta a la clasificación general en esta última prueba. La japonesa era tercera en la tabla provisional por detrás de la belga Chloé Graftiaux (líder) y la austriaca Anna Stöhr. Esta última fue la mejor en la ronda clasificatoria, con cuatro bloques a vista, y también en semifinales, con cuatro bloques en ocho intentos. Mientras Noguchi se mantenía en segunda posición parcial, Graftiaux acusaba la presión y quedaba eliminada en semifinales, perdiendo todas las opciones. Ya en la final, la igualdad fue máxima. Noguchi y Stöhr fueron las únicas capaces de encadenar alguno de los problemas propuestos. La japonesa se llevó la victoria y el título al conseguirlo a vista, mientras la austriaca lo hacía al segundo intento.
Marco Jubes, único español
El único representante español en la prueba, Marco Jubes, quedó eliminado en la ronda clasificatoria, en la que sólo pudo encadenar un bloque cuando el pase a semis de su grupo estaba cifrado al menos en dos. El barcelonés se clasificó finalmente en 33ª posición, y acaba en el casi idéntico puesto 34 en la general final.