
El Couloir noreste de los Drus, Macizo del MontBlanc, una vía mítica que supuso un hito en la técnica del piolettracción. En España, sólo PacoAguado, acompañado por el escocés Damien Carrol, lo había ascendido en unya lejano verano de los años ochenta. El mismo durante el que escaló sietescaras norte en once días, cuatro de ellas en solitario. Desde entonces, haesperado nuevas repeticiones a cargo de nuestro alpinismo, y la primeraascensión invernal también.

Pues bien, Conrad López, XaviMètal y JoséIsidro Gordito lograban los pasados 16 y 17 de marzo hacerse con ella. Justoel año en que se cumplen 30 años de la apertura de esta impresionante corredorhelado, por Walter Cecchinel y Claude Jager. Ellos lo hicieron en tres días,del 28 al 31 de diciembre de 1973.
Mucho frío

Con 800 metros de dificultades VI/5, 5c y A1 el Couloir es unespléndido itinerario, variado y comprometido, que exigió de Conrad, Xavi yJosé la realización de un vivac en las exiguas repisas que separan loscomplejos tramos de roca y mixto, de la lengua de hielo propiamente dicha.Además, las bajísimas temperaturas que sufrieron durante toda la ascensión,auténticas condiciones invernales, especialmente durante la noche del vivac,»enfriaron» un poco sus extremidades, en especial el pulgar de un piede Conrad.
Aún así, salieron por arriba, hasta el collado que separa el Petit y elGrand Dru, punto que marca el final de la ruta, que desciende posteriormente porvertiginosas pendientes rocosas, heladas y nevadas, que precisan rápeles largosy cuidadosos destrepes. El final es el glaciar de la Charpoua, que hay queremontar ligeramente para poder acceder al acogedor refugio del mismo nombredonde los tres alpinistas pudieron disfrutar de un merecido descanso antes deiniciar la bajada hasta Chamonix.
José I.Gordito