Jason Kruk y Jon Walsh invirtieron un total de 32 horas en su ataque a la Emperor Face del Mt. Robson (3.959 m) por una nueva vía de escalada mixta de 2.500 metros de recorrido y dificultades de M6. El Mt. Robson es la montaña más alta de las Rocosas Canadienses, y también la más prominente de toda la cordillera de las Rocky Mountain, con más de 2.800 metros desde su base hasta su cima. Se encuentra situada en el parque provincial del Mount Robson, en el estado de la Columbia Británica.
Los dos escaladores recorrieron los 23 km de la aproximación el pasado 19 de junio, hasta un pequeño lago adyacente al Mist Glacier, en unas cuatro horas y media. Dedicaron el resto del día a prepararse, organizarse y descansar para el asalto a la vertiente de 2.500 metros que se elevaba por encima de ellos.
Kruk y Walsh se pusieron en marcha a las 3:20 horas de la siguiente madrugada en pos de la base de la Emperor Face. Las imprevistas altas temperaturas comprometían en ese momento su aventura por una nueva vía mixta. Las cosas se pusieron aún peor a causa del intenso sol matinal, que provocó varias pequeñas avalanchas de nieve polvo. A pesar de todo, consiguieron alcanzar sin mayores contratiempos la base del $sistema de corredores que pretendían escalar, sumidos en la sombra.
“Afortunadamente, las condiciones parecían lo suficientemente heladas para mantener la integridad del delgado hielo, así como para mantener las rocas en su sitio”, señalaba Walsh. De este modo, la primera parte de la escalada pudo avanzar rápidamente, en estilo de simul solo.
Más arriba, más difícil
A medida que los dos canadiensos iban ganando metros, se iban encontrando mayores dificultades, debidas sobre todo al aumento del grado de verticalidad de la pared. Se iban alternando los largos de M5 y M6, e incluso registraron alguno que podría llegar incluso a M7, aunque achacan esa percepción más bien al peso de sus mochilas y al cansancio de los brazos.
Hacia las 18:00 horas aproximadamente, el sol saltó por encima de la pared e inicio un peligroso proceso de fusión sobre el hielo que duró unas dos horas. El agua corriendo por detrás de la capa de hielo y el colapso de algunas estructuras de nieve pusieron los pelos de punta a Kruk y Walsh quienes, a pesar de todo, no registraron ningún desprendimiento importante.
Sin cumbre
Alcanzaron la cresta a medianoche, cuando los relámpagos de una tormenta cercana podían vislumbrarse perfectamente en dirección norte. Ese detalle recomendó a Jason Kruk y Jon Walsh abandonar sus planes iniciales de hacer cumbre a través de la Emperor Ridge y la cara Oeste, para iniciar el largo descenso que les devolvería en 11 horas a su campo base del Mist Glacier. Una ligera comida y un breve descanso precedieron a la caminata de vuelta, realizada bajo una lluvia cada vez más fuerte. Ya en el coche, fueron testigos de un cambio meteorológico importante hacia peores condiciones.
“Aunque estamos algo defraudados por no haber hecho cumbre, para la que nos quedama como un kilómetro en horizontal y algo más de 300 metros en vertical, la experiencia que hemos compartido abriendo unos largos tan fantásticos en una vertiente tan impresionante, ha sido mágica”, concluyó Walsh.
Jon Walsh es un destacado alpinista canadiense, con importantes ascensiones en su país, entre las que destacan la liberación de The wild thing con Jon Simms en el Mt. Chephren (3.173 m), también en las Rocosas Canadienses; la apertura de algunas de las rutas más duras de mixto del mundo en Icefall Brook Canyon haciendo equipo con la alemana Ines Papert y otros escaladores canadienses y suizos.