Queda poco para el final, y así, el gran proyecto está cada vez más cercade iniciarse. Nos explicamos. Cuando la cuarta incursión groenlandesa a bordodel revolucionario catamarán polar del especialista Ramón Larramendi se acercaa su fin, la costa oeste de Groenlandia (casquete helado más grande delplaneta tras la Antártida), el gran proyecto de este madrileño se acerca también cadavez más: la casi desconocida regiónoriental del continente helado.
Antes de partir a latitudes groenlandesas, que conoce muy bien, tanto a bordode su catamarán (van con esta cuatro travesías consecutivas) como con tablas y trineo, Ramón nosconfesaba que este año, junto a Al filo de lo imposible, será el año de laAntártida. La actual travesía Este-Oeste en Groenlandia, que de momento lossitúa a unos tres días de Kangerlussuaq, su punto de destino tras 700kilómetros de desierto blanco (arrancaron en Isortoq, costa este, el pasado 23de abril), conforma el cuarto y, al parecer, último ensayo, antes de meterse en los 4.500 kilómetros sin apoyo externo que los esperan sobre los hielos antárticos.
Navegar sin viento

Esta vez, junto a Juan Manuel Viú y Luis Miguel López Soriano, han elegidouna travesía clásica en Groenlandia que Ramón conoce bien: la realizó contablas y tirando de trineo en 1986, tras 50 días sobre el hielo. Ahora repitepor primera vez abordo del catamarán polar, y como nos comentaba antes de supartida, con fines muy específicos: testar sobre el terreno las últimasvariaciones introducidas en tan novedoso vehículo.
Tras los ensayos de 2000(sureste-noreste, 600 km-10 días), 2001(sur-norte, 2.200 km-32 días) y 2002(Sur-norte, 2.408 km-33 días), Larramendi y compañía buscaban este añoprobar el catamarán en condiciones de poco o nulo viento, algo previsible en supróxima incursión antártica. Para ello, se ideó la posibilidad de montarsobre el terreno un catamarán alternativo al usado hasta ahora, de dimensionesmás reducidas y ensamblaje más rápido y sencillo (menos piezas), para situaciones de maltiempo, o viento escaso. Una alternativa que seguíría permitiendo en todo momento montar el catamarán completo, en tramos de navegación más rápida y continua.
Última hora

La última hora de la travesía (7 de mayo) los situaba a tres jornadasaproximadamente del punto de destino, a 1.230 m. de altitud y con temperaturasde 12º bajo cero, navegando de noche por zonas de hielo vivo y bloques dehielo. ¿Qué queda? Al parecer, varios días arrastrar el catamarán por mászonas de hielo vivo, aderezadas con muchas grietas y roca, hasta Kangerlussuaq.
Algo que nos verificará el propio Ramón Larramendi el próximo miércoles21 de mayo en la Librería Desnivel, con un proyección sobre la nueva técnicade viaje por el hielo, y las conclusiones de cuatro años consecutivos sobre elplató groenlandés.
Fuente: transgreenland.com