ANIVERSARIO

El Nanga también cumple 50

3 de julio de 1953. Mientras la Conquista del Everest comienza a concentrar toda la atención, Hermann Buhl lograba la primera en solitario.

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Una montaña cargada de historia. Marca los principios del ochomilismo de lamano de AlfredMummery, padre del alpinismo moderno, que desaparece en el primer intento de1895. Después, se convirtió en la bestia negra del alpinismo alemán, sinduda. Una treintena de alpinistas germanos perdieron la vida en sus pendientesdurante los años 30 cuando buscaban la cima, recordándose especialmente

El Nanga Parbat, uno de los cinco ochomiles pakistaníes, y el único alejadodel Karakorum fue el tercero en ser coronado tras Annapurna y Everest, y elprimero a cargo de un alpinista en solitario (y contraviniendo las órdenes delcampo base), HermannBuhl. Dentro de un mes, el 3 de julio, viviremos el tercer cincuentenariodel Himalaya a cota 8.000.

Aunque su nombre hable de La Montaña Desnuda, a principios de siglo lecolgaron el cartel de asesina. Fuertemente asediada por el alpinismo alemándurante la década de los 30 (seis expediciones en diez años), el Nanga selabró entonces su sobrenombre. Especialmente en las trágicas tentativas de1934 y 1937, con 10 y 16 muertes respectivamente. Todas por la vertiente Rakhiot,que como la vertiente Diamir, hoy la más habitual del Nanga, ofrece un fuertedesnivel.

Primera ascensión

En 1953 un grupo austro-germano vuelve a la carga por Rupal. Dirigen dosmitos del alpinismo alemán, Karls Maria Herrligkoffer y Peter Aschenbrenner,pero la desobediencia de sus órdenes -habían impuesto la retirada desde elbase- lleva a Hermann Buhl a realizar la primera ascensión. Contra lo ordenado,Buhl, Ertl (filmando un documental) y Frauenberger siguen hacia arriba, y Buhlculmina los últimos 1.300 metros en solitario.

Casi diez años después, estamos en 1962, Herrligkoffer vuelve a estar alfrente de un intento por la vertiente Diamir, que trazará la considerada hoydía como vía normal. Sus autores, Toni Kinshofer, Anderl Mannhardt y SiegiLöw, fallecido durante el descenso. En su honor, Herrligkoffer dirigenuevamente en el 70, y tras superar la pared de Rupal (4.500 metros, el mayordesnivel del planeta), los hermanos Messner coronan el 27 de junio. Desciendenpor el Diamir, pero sólo Reinholdcompleta la primera travesía de la montaña. Gunther es sepultado por un aluden la base. Ocho años después, Messner volvió al Nanga para realizar laprimera ascensión en solitario a un ochomil (9-8-78), subiendo y bajado por lavertiente Diamir.

El piolet de Hermann Buhl

Hermann Buhl, uno de los tres que cuenta con dos primeras a ochomiles: Nanga y Broad Peak. - Foto: De cero a 8.000, de K. DiembergerHermann Buhl, uno de los tres que cuenta con dos primeras a ochomiles: Nanga y Broad Peak. – Foto: De cero a 8.000, de K. Diemberger

Nunca destacó por una buena condición física. Alpinista de aspecto»flacucho» nacido en Innsbruck (Austria) en 1924, Hermann Buhl fue elprimer alpinista con dos primeras a un ochomil, e introductor del estilo alpinoen el Himalaya. Sus comienzos en Alpes fueron más que humildes: escalabadescalzo o en calcetines, y con cuerdas de tender la ropa por no poder costearseel material.

En 1953 corona el Nanga Parbat sin compañía (17 horas de escalada ensolitario). Se autorretrata en la cima, y deja clavado su piolet como prueba desu ascensión. El descenso pasó por un terrible vivac a más de 8.000 metros, yya en el campo base, pagó con importantes congelaciones (y amputaciones) laconquista del Nanga. En 1999, aquella prueba salió a la luz: una expediciónjaponesa encontraba a diez metros de la cumbre un antiguo piolet de madera, yrestos de lo que parecía un banderín.

Broad Peak, segundo ochomil

Vertiente oeste del Broad Peak, por la que Buhl, Diemberger y compañía realizaron la primera ascensión en 1957, sin ayuda de sherpas ni oxígeno. - Foto: Primer vencedor de los 14 ochomiles, R. MessnerVertiente oeste del Broad Peak, por la que Buhl, Diemberger y compañía realizaron la primera ascensión en 1957, sin ayuda de sherpas ni oxígeno. – Foto: Primer vencedor de los 14 ochomiles, R. Messner

Cuatro años después, Buhl regresaba a Pakistán dentro de una innovadoraexpedición austriaca bajo la dirección de Markus Schmuck. Novedosa por elobjetivo, el todavía virgen Broad Peak, y por rechazar la colaboración desherpas durante la ascensión para equipar los tres campos intermedios queinstalaron.

Tampoco llevaron oxígeno, y como a muchos les ha ocurrido después, elcuarteto de cima, Schmuck, Buhl, Fritz Wintersteller y un joven KurtDiemberger llegaron a la antecima del Broad creyéndose en la cumbre. Cuandocayeron en el error, la noche estaba demasiado cerca para cubrir la hora demarcha (15 o 20 metros de desnivel) que les quedaba a la principal. Pero adiferencia de mucho otros después, a los diez días volvieron a la carga y sellevaron la primera, repitiendo ruta, hoy considerada la normal.

Y no fue fácil, especialmente para Buhl, quien sufrió durante toda laascensión fuertes dolores a causa de las congelaciones del Nanga, realizandoconstantes paradas. De hecho, acabaron coronando a última hora del día ydescendiendo de noche. Justo lo que les echó para atrás en el primer intento.Tres años después, en el Dhaulagiri, Diemberger se convertiría en uno de lostres alpinistas con dos primeras a ochomiles, junto a Buhl (Nanga y Broad), yGyalzen Norgu (Makalu y Manaslu).

Chogolisa, el final

La última huella dejada por Hermann Buhl en el Himalaya, cuando descendía del Chogolisa. - Foto: De cero a 8.000, de K. DiembergerLa última huella dejada por Hermann Buhl en el Himalaya, cuando descendía del Chogolisa. – Foto: De cero a 8.000, de K. Diemberger

Volvemos a 1957. Desde la cima del Broad, Buhl y Diemberger divisan susiguiente objetivo, el Chogolisa. Hacia allí partían pocos días después,perfectamente aclimatados, y de nuevo con una innovadora actitud en mente:depurar el estilo de ascensión. Subirían montan y desmontando los campos dealtura conforme fueran ascendiendo. El estilo alpino llegaba al Himalaya. Unimportante adelanto para la época: todo un sietemil en tres días, en lugar detres semanas.

La innovadora idea se transformó en mochilas de 25 kilos a sus espaldas. El24 de junio comienzan la ascensión. Primer vivac a 6.370 metros, segundocampamento a 6.700, y tras una tercera jornada encerrados en la tiendas por maltiempo, el 27 inician el ataque cimero por la arista noreste. Sol y buen tiempose convierten poco a poco en una fuerte ventisca que borra sus propias huellas,y les obliga a darse la vuelta, superados ya los 7.000 metros.

Diemberger encabezaba la marcha de descenso. Tras un traspiés que casi lecuesta la vida, Kurt comienza a inquietarse: Buhl tarde demasiado. Tras remontarunos metros su propia huella de descenso, comprueba desgraciadamente como sucompañero se ha desviado de la misma unos metros hacia la arista,precipitándose al vacío que se abría al borde de la cornisa. Hermann Buhldesaparecía a los 33 años. Un alpinista adelantado a su tiempo.

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