Parecía que en la última semana los encadenamientos nacionales estaban un poco de capa caída. Obviamente no se podía mantener el ritmo de los últimos acontecimientos, aunque parece que la bestia vuelve a despertar dentro de nuestros escaladores, empezando por Dani Andrada, que mantiene aparcada la caravana en Rodellar estos días. Entre proyecto y proyecto en la cueva de Alí Baba (no sabemos cuanto espacio le queda en aquel oscuro techo) resuelve una línea de bloque que propone como 8b. En su blog, Dani, lo define como «6 movimientos muy físicos con un paso muy largo» y la ha bautizado como Directo increíble.
Pronto Rodellar volverá a hervir como en temporadas anteriores, a pesar de que las lluvias primaverales estén arruinando un poco el ambiente (en roca). Por ahora unos cuantos escogidos se juntan en Margalef, donde también van surgiendo proyectos que pueden alcanzar el noveno grado. «Hay que abrir más vías para las nuevas generaciones», comenta Andrada pensando sobre todo en una sobrina a la que ya encarama a los rocódromos. Allí, Daila retoma el octavo grado con El fustigador (8a+).
Más, en el extranjero
Fuera de nuestras fronteras las féminas también han encontrado la inspiración. La polaca Alexandra Taistra suma un nuevo «ochobé» a su carrera, en este caso con barra, gracias a Mur des 6 clopes (8b/b+), en St. Leger, donde también resolvía La reserve (8b). Con éstas son catorce las vías de 8b que Alexandra ha acumulado, tres de ellas con «plus» incluyendo Géminis (8c), que proponía como 8b+. Alexandra dio el saltó al 8c en 2004 con Power play, a la que seguirían Nie dla psa kielbasa (8c) un año después y Die hard (8c), en 2007.
Las que últimamente destacan son las mutantes. Si Charlotte Durif pisaba fuerte sumando su primer 8b+ a vista, ahora la austriaca Johanna Ernst, última campeona del mundo juvenil, encadena onsight White wind (8a+) en Schleierwasserwall (Austria), demostrando que tiene ganas de sumarse a la fiesta, continuada estos días por Stéphanie Crouvizier, quien se lleva Voyage au bout de la Nuit, (8a+/b) en Peillon (Francia). En el mismo lugar, el que el veterano Jean-Luc Montocello tumba Souffle du vizir (8b+) a sus 49 años.
Cambiamos de tercio, aunque no de país, para ir a Fontainebleau, donde Dave Graham tira de dedos para resolver un bloque, por ahora sin nombre, que propone como 8c, añadiendo una nueva línea de dificultad sugerente en el bosque, ampliando un historial en el que Graham posee algunos highligths de expcepción como la primera ascensión de The story of two worlds (8c, Cresciano) y la primera de From dirt drows the flowers (posible 8c, Chironico).
Fuente: Kairn.com, Blog de Dani Andrada