Debido a las acciones que habían acontecido dentro de la cueva en los últimos años afectando a las excavaciones realizadas en periodos anteriores, tras los trabajos arqueológicos de este año se han tomado una serie de medidas para proteger mejor el espacio. Estas medidas aún no han finalizado, por lo que las restricciones están aún vigentes aunque, según ha comunicado la dirección de Arqueología a al colectivo de escaladores Xesca confían en que estarán finalizadas en un par de semanas como máximo. Desde aquí os mantendremos informados del fin de la prohibición.
Aconsejar que, una vez abierto de nuevo el acceso, se respeten las nuevas condiciones que rigen el uso del espacio, como no aparcar cerca de la cueva o preservar la zona de excavaciones. En las inmediaciones de la Cueva ya se encuentran instalados carteles en los que se informa de la normativa, así como unas cadenas que impiden el paso de los vehículos. Las pautas de uso ya habían sido consensuadas con los escaladores locales, si bien la creciente popularidad de la zona y la gran afluencia de escaladores, estaba llevando al incumplimiento de las normas más elementales, lo que derivó en la necesidad de una regulación. Por otro lado, se está estudiando la forma de llevar un registro de acceso de todas las personas que acudan a la cueva, como medida para seguir permitiendo la escalada en la zona. Desde el Ayuntamiento de Santa Linya aseguran que les interesa mantener la escalada en la cueva, si bien de una forma controlada.