Hace un par de años, la escaladora, guía de escalada y modelo Jes Meiris tuvo su primer escarceo con el juego de la velocidad en Yosemite. En junio de 2012, batió el récord de velocidad para una cordada femenina en The nose junto a Quinn Brett. Lo dejaron en 10 horas y 19 minutos, superando el anterior registro de Libby Sauter y Chantel Astorga. El siguiente mes de septiembre, ese récord quedó obsoleto ante los esfuerzos de Mayan Smith-Gobat y Chantel Astorga, quienes pararon el crono en 10 horas y 10 minutos en un primer intento, y luego lo hicieron en 7 horas y 26 minutos. Un año más tardo, Mayan Smith-Gobat repetía de nuevo, ahora con Libby Sauter, y juntas establecían unas todavía más rápidas 5 horas y 39 minutos.
En dos años, las mujeres habían entrado por la puerta grande a la pugna por el récord de velocidad en el que sería el big wall más famoso del mundo. Eso sí, hasta ahora lo habían hecho sólo en cordada, ya fuera íntegramente femeninas o mixtas, pero nunca en solitario. De hecho, el récord femenino en The nose para una escaladora en solitario databa de 2002, cuando Jacqueline Florine resolvió la vía en cinco días.
Escalar The nose sin petatear
O sea, que ninguna mujer había escalado sola The nose del tirón, sin dormir ni petatear. Y ese fue precisamente el reto que se marcó Jes Meiris, según cuenta en la página web de Rock&Ice: «Quería escalarla en solitario y del tirón, sin petatear ni dormir, y sabía que si lo conseguía batiría algún récord, pero lo hubiera hecho igualmente. Era atractivo porque ninguna mujer lo había hecho en ese estilo antes, y además, petatear jode. Especialmente sola».
Así que el sábado 7 de junio a las ocho de la tarde comenzaba su andadura por The nose, con la idea de escalar lo máximo posible durante la noche y las horas de sombra en el muro. Según relata, el amanecer la encontró en el largo 16 (King Swing) y sólo tuvo que escalar bajo el sol de California durante dos horas después de superar el techo conocido como Great Roof.
La ascensión de la escaladora originaria de Colorado fue fluida durante toda la vía, en la séptima vez que escalaba The nose. Tuvo, eso sí, dos caídas, que ella asegura que fueron limpias y seguras. En la segunda de ellas, arrancó dos seguros y voló unos 6 metros hasta el primer bolt.
Jes Meiris asegura que, con la experiencia adquirida en esta ascensión de récord, sería capaz de rebajar el tiempo que ha invertido, aunque no sabe todavía si intentará hacerlo otra vez.
El récord masculino
El juego de la velocidad en The nose está mucho más desarrollado entre los chicos, que llevan años disputándose el honor de ser el más rápido en los 900 metros de la vía. De hecho, en 1990, Steve Schneider ya hizo la primera ascensión en solitario en el día (23 horas). Actualmente, el mejor registro para un escalador en solitario está, cómo no, en manos de Alex Honnold, quien en 2010 marcó un tiempo de 5 horas y 49 minutos… un día en el que antes ya había escalado The regular northwest face al Half Dome, por cierto.
El récord absoluto de velocidad en The nose corresponde a la cordada formada por el propio Alex Honnold y Hans Florine, quienes escalaron la línea en 2 horas 23 minutos y 46 segundos en junio de 2012.
Supongo que para hacer la Nose en poco mas de 2 horas irian en ensamble y sin parar ni en una p* reunion