El nombre de Luis Rodríguez Martín no ha sonado demasiado hasta ahora entre los aficionados a la escalada deportiva de nuestro país. Su historia está llena de paradojas y su trayectoria es casi rocambolesca. A sus 28 años de edad, este escalador de Torremolinos (Málaga), ha conseguido repetir Mangarbo 9a/+, una vía que combina la primera parte de Mandanga total 9a con el segundo largo de La planta de Shiva 9b (que se hizo antes de que existiera el primero y se llamó Garbo).
Tras un pasado alistado en la legión, actualmente se dedica profesionalmente a la eliminación de tatuajes, “aunque parezca lo contrario”, precisa él mismo. Y es que sus fotografías en la roca vertical muestran un cuerpo cubierto en una gran proporción por esos mismos tatuajes que en su trabajo trata de eliminar.
Mangarbo tuvo primera ascensión del francés Seb Bouin a principios de mayo del año pasado, y fue rápidamente repetida por Edu Marín, en una época en que ambos estaban consagrados a los intentos a Chilam Balam. Posteriormente, el pasado mes de noviembre, también la inscribió en su libreta el suizo Cédric Lachat.
Antes de resolver Mangarbo, Luis Rodríguez ya había encadenado Mandanga total, que había sido el primer 9a de su carrera como escalador. Y el fin de semana después, se hincó a encadenamientos duros: “el sábado realice dos 8c’s en el día, con Alperchin y Carbono 14 en Archidona, y el domingo hice El engaño 8c+ en Villanueva del Rosario«.
Aprovechamos su encadenamiento y su inclusión en el club español del noveno grado para charlar con él y nos cuente algunas interioridades:
“Súper motivado con haber encadenado Mangarbo, aunque ha sido duro mentalmente”
Acabas de encadenar Mangarbo 9a/+, ¿cómo ha sido el proceso en esta vía?
Súper motivado con haberla encadenado. Ha sido duro mentalmente, porque me agobia un poco darle muchos pegues a una vía y, como ya hice en su día el primer largo, después la repetí para Mandanga total 9a y ahora para Mangarbo… aún así me volvía a caer en el primer largo o al salir de este, que tiene dos pasos duros.
¿Cómo fue el día del encadenamiento?
El día que la encadené le di un primer pegue buenísimo, de las mejores sensaciones que tuve iba flutant, pero caí al salir del primer largo, cuando se me escurrió un pie. En el segundo intento, iba mucho más cansado, ¡pero luché como nunca! ¡Tuve que saltarme dos cintas seguidas!
“Empecé a escalar en 2011 y desde entonces no ha existido algo más importante en mi vida”
No llevas mucho tiempo escalando, ¿cómo ha sido tu evolución?
Bueno, la verdad que no llevo mucho tiempo… Empecé a escalar en 2011 y desde entonces no ha existido algo más importante en mi vida. Soy una persona un poco obsesiva y siempre motivada; creo que esa fue la clave para evolucionar.
¿Por qué comenzaste a escalar?
Pues estaba destinado en Afganistán –en mi otra vida fui legionario– y un amigo me enseñó un pequeño plafón hecho a base de trozos de madera y un poco de resina dentro de un búnker. En cuanto volví a España tenía claro cuál era mi objetivo: ser escalador. Quería hacer lo que veía en los vídeos que me habían pasado los americanos, en los que salía Chris Sharma, Patxi Usobiaga… Parecía fácil, pero la realidad era diferente. Había que empezar por lo fácil, 6a.
“La mayor parte de mi evolución se lo debo a Patxi Usobiaga”
¿Tienes ídolos en este mundillo?
Mis ídolos son Lobezno, Batman, Adam Ondra y Patxi [risas]. Desde que empecé a escalar, siempre me sentí muy identificado con Patxi, por su sacrificio, dedicación y lo que trasmitía. Quién me lo iba a decir que años después seríamos como uña y carne.
¿Cuál es el papel de Patxi Usobiaga en tu carrera como escalador?
La mayor parte de mi evolución se lo debo a Patxi. Desde que empecé a entrenar con él hace 3 años, mi evolución ha sido muy buena, ya que no para de innovar con nuevos métodos de entrenamiento.
¿Cómo son tus entrenamientos y cuánto tiempo le dedicas?
Dedico unas 4 o 5 horas diarias durante 4 días a la semana, y el fin de semana, a la roca.
“¡La escalada saca lo mejor de mí!”
¿Qué te aporta en general la escalada y cómo la vives?
¡La escalada saca lo mejor de mí! Me da la energía para vivir y levantarme cada día con una meta, luchar por ella, conseguirla y ponerme otra. Es como un juego que nunca para, la obsesión por buscar cuál es el límite.
¿Cuáles son tus objetivos en el futuro próximo? Estando tan cerca… ¿piensas en Chilam Balam?
¡Pues sí que me gustaría hacer Chilam Balam! Pero no es la vía que más me motive. Está claro que las chorreras y vías de continuidad es lo que mejor se me da, pero lo que más me gusta es la placa, vías ligeramente desplomadas y de fuerza de dedos. En conclusión, Biographie, ¡ese sí que es mi sueño de vía!
Y es que también has viajado algo para escalar, ¿dónde has estado y qué experiencias te han gustado más?
Sí que tuve suerte de conocer muchos sitios de escalada por España y el extranjero, como Red River, Rocklands (Sudáfrica )… pero, sin duda, el mejor es Céüse.
¿Dónde te gustaría escalar?
Me gustaría mucho conocer Frankenjura, Flatenger y hacer un trip de búlder por los Estados Unidos.
¿Cómo te definirías como escalador?
Esa pregunta podrías hacérsela a Patxi, a ver qué opina él [risas]. Que haga una crítica constructiva.