El mixto deportivo nacional parece haber entrado definitivamente en la espiral de la dificultad, especialmente por la actitud y mentalidad actuales: cada vez se destapan más y mejores drytoolers que reservan unas semanitas en invierno para visitar las principales zonas a ambos lados del Atlántico (Colorado, las Rockies, Val Daone y Valsavaranvhe, el Oberland suizo, Eslovenia…), y además sin complejos: llevan contundentes M’s como «deberes». Bueno, también porque lo dicen losnúmeros.
Y es que no han tardado en caer importantes fogonazos que han elevado el listón ibérico de la dificultad en esto de rascar la roca con las herramientas en busca de colgantes estructuras de hielo. El M9 nacional ya es un hecho, y por partida doble.
Eso sí, las dos primeras ascensiones en este grado, a cargode Iñaki Cabo e Israel Blanco, nos han llegado apenas con un mes de diferencia,aunque se lleven muchos más en el calendario. De hecho, casi tantos como tieneun año: Israel tumbaba Little turf en marzo del pasado año mientrasque Iñaki Cabo se hacía con Welcome to the machine hace escasamente 24horas: ayer 25 de febrero. Ambos, en la conocida Stevie’s Cave de Val Daone.
Buena maquinaria
Y bien engrasada. Si en 2002 Iñaki Cabo ya resolvió Green Lantern(M8- de Hafner Creek, Canadá), este invierno ha demostrado que había llegadoel momento. El primer coscorrón al techo del mixto nacional fue 009, unM9 venido a menos con el tiempo y las repeticiones. Una «buenísima»línea, bastante a bloque, y con el componente psicológico «Made in Haston»(clavos como única protección), cuyo grado actual, y consensuado es M8+. AIñaki le llevo tres días de ensayos. El segundo ya se cayó en el últimopaso, y el tercero, 20 de febrero, el único pegue que le dio fue paraencadenarla.
Cinco días después, nueva vuelta de rosca al listón peninsular, en elmismo sector: Welcome to the Machine. «25 metros que entran por unasección de hielo fácil (6/7 m) a un pequeño desplome de cuatro metros, hastaalcanzar un técnico techo horizontal en diedro, desde cuyo extremo alcanzas uncolmillo colgante de hielo, que da acceso al campo de nieve superior».
Una línea «más continua y de resistencia que 009, y tambiénmás técnica». Y por supuesto, la misma cacharrería como únicasalvación: «clavos viejos oxidados y cordinos que obligan a proteger bienla vía». Iñaki necesitó cinco pegues (en los dos primeros se le escapóel piolet en el último paso) para cumplir el objetivo que se había marcadoeste año, todo un M9, y además certificado: «según los escaladores locales, lasvías están este año en su grado máximo, con el hielo justo». Por la noche hubo cervezas para celebrarlo.
M9 con solera

Misma zona, mismo sector, pero hace casi doce meses. Sí, en marzo de 2002,después de haber tumbado a vista el único M8 nacional, TheMutant, el madrileño Israel Blanco encadenaba Little turf,explosivo M9 abierto por Massimo Farina, para el que necesitó cuatro pegues.Dos con la vía completamente seca (e inviable) a primeros de mes, y otros dospasados unos días, en los que sí encontró una placa de verglás que lepermitió salir por arriba.
Un M9 con historia (y poco hielo) que llegaba a nuestra redacción haceescasamente un mes de boca de su protagonista, que este año, además de haberparticipado en dos de las pruebas de la Copa del Mundo de hielo (IWC 2003),también se ha apuntado una excelente línea abierta por Xavi Metal en el Vallede Boí, Ronin, M8+/M9. «Una vía de 9 seguros, muy buena y mástécnica y mantenida que Little turf», que a Israel le costócuatro pegues en dos días, y que encadenaba el pasado 7 de febrero.
Un buen preludio para la gira que iniciará el próximo 1 de marzo, conobjetivos bastante definidos: probar Mission Impossible, M11 deValsavaranche, y después, viajar a Suiza para conocer algunas zonas cercanas alCervino, junto al escalador local Urs Odermatt. Proyecto de M12 incluido…