En estos tiempos convulsos la esperanza nos habla de historias que vuelan de un lado a otro del mundo, o de la casa de al lado, o de la ciudad de enfrente… sin fronteras, ni restricciones, ni preocupación… solo un hablar de montañas, viajes y aventuras común, donde mezclarnos y comunicarnos, como si pudiera existir una casa voladora que acoge todo lo que somos.
Así que esta nueva edición del Premio Desnivel de Literatura de Montaña, Viajes y Aventuras, más que nunca, nos aferramos a esa esperanza que son vuestras palabras, con la misma confianza que nos dice que cada año llega la primavera sabemos que llegarán vuestras historias y que será formidable poder recibirlas y disfrutarlas por eso, con mucha ilusión compartimos las bases de esta XXIII edición.
Diría que lo hacemos con la ilusión del primer día, ahí por 1999 cuando se fraguó esta hoguera de deseos y locuras, y también que la ilusión se ha ido transformando en este largo caminar (con 19 libros ganadores publicados) en certeza: tiene todo el sentido abrir esta ventana literaria y que corran vuestras brisas diversas, y que se queden o pasen de largo o den vueltas sin cesar.
No es una certeza de creencia sino basada en la experiencia de muchos años de convocatoria que encierran novelas de viajes, de misterios, de amor, de ciencia ficción, cuentos, leyendas, invención, mucha realidad, un montón de sensibilidad, aventuras, riesgos, ecología, la montaña y el alpinismo como expresión vital.
Hay personajes que se han quedado en la memoria y autores y autoras que han seguido una prolífica trayectoria. Por eso desde este rincón del mundo que es el Premio Desnivel nos sentimos acompañados en cualquier circunstancia, por todo lo recorrido y por lo que nos queda de caminar.
En este nuevo tramo os esperamos, con el entusiasmo y la curiosidad intactos.