
La prestigiosa revista de viajes Condé Nast Traveller catalogó hace no mucho a la estación invernal de Sierra Nevada como la más completa de España y, lo que es aún más significativo, como una de las diez mejores del mundo, situándola a la misma altura de las de Are en Suecia, la estadounidense de Aspen o la suiza de St. Moritz.

Valoraba la publicación de temática especializada aspectos propios de la estación, pero también resultó fundamental para su inclusión en esa lista de las elegidas el hecho de que estuviera a poco más de media hora en coche desde la capital de la provincia, de la que resaltaba que tiene monumentos pasmosos como la Alhambra, establecimientos hoteleros de gran calidad como el Parador de San Francisco y, ya puestos, «algunos de los mejores bares de tapas de España». En resumen: hablaba tan bien o mejor del entorno que de la propia estación.
Pero Sierra Nevada figura en otra clasificación en la que no sale ni mucho menos tan bien parada. El Ski Club of Great Britain ha elaborado a través de su página web (skiclub.co.uk) una lista que incluye nada menos que 229 estaciones de 19 países de Europa, América del Norte, América del Sur y Oceanía, evaluando en cada uno de los casos su relación con el medio ambiente.
En concreto son cinco los parámetros que los autores han tenido en cuenta a la hora de definir lo que han denominado Green Resort Guide, o guía de los complejos hoteleros verdes: si en la estación se recicla, si utiliza energías limpias, si las aguas residuales que generan las instalaciones están correctamente tratadas, si hay una política climática adecuada y si las construcciones se ajustan a criterios ecológicos.
Sierra Nevada, la única estación española que se incluye en ese pormenorizado análisis, no sale nada bien parada. De hecho, sólo cumple la primera de las condiciones, la del reciclaje, pero, siempre según el criterio del club, no destaca ni por el uso de energías renovables, ni por depurar adecuadamente sus aguas residuales, ni por llevar en general una política ecológicamente sostenible con el medio ambiente.
En cambio, 42 estaciones de esquí de las analizadas por los esquiadores británicos se llevan el sobresaliente, en el sentido de que cumplen los cinco requisitos citados que definirían el respeto por el entorno. De ellas, cuatro están en Australia, doce en Austria, una en Canadá, seis en Francia, una en Alemania, cuatro en Suiza y catorce en Estados Unidos.
En la lista ecológica, por así denominarla, hay varias estaciones que también incluyó Condé Nast Traveller entre las mejores, como la estadounidense de Aspen, pero no otras que se mencionaban entonces, como la sueca de Are o las suizas de St. Moritz y Verbier.
Fuentes: Guillermo Ortega / www.granadahoy.com / econoticias.com