Encadenar una vía de octavo grado cuando apenas se tiene la edad de conducir un ciclomotor no está nada mal. Pero subirse por bloques de 8b antes de cumplir los 16 años es algo que suena casi a ciencia ficción. Este es el caso de Loïc Ledenmat, hijo del especialista de las placas más lisas e improbables, Phillipe Ledenmat. A sus 15 añitos, se acaba de hacer con la primera ascensión de un bloque de 8b en Fontainebleau y al igual que su padre, eligió una de esas placas tumbadas en las que las largas sesiones de plafón no sirven de nada.
El bloque en cuestión ha sido bautizado con el nombre de Lacrima, está situado en el sector Saint Germain y rivaliza con Enigma (un 8b evidentemente abierto por su padre) para convertirse en la placa tumbada más dura del mundo.
Otros dos jóvenes bleausards que no se quedan atrás son Julien Nadiras y Jean Baptiste Jourjon.Con apenas 20 años ya han encadenado la mayoría de los bloques extremos del bosque de Fontainebleau, como por ejemplo, Le surplomb de la Mée (8a+), Karma (8a), La totalité de l’autre toit (8a), Total eclipse (8a+), o Atrésie (8a).Hace unos días, Julien Nadiras (autor también de la primera repetición de Leopard cave, un 8b de Fred Nicole situado en Sudáfrica) propuso un nuevo bloque de 8b+, uniendo La totalité de l’autre toit (8a) con the Maxx (8a), 20 movimientos de escalada horizontal en el conocido techo del sector Cul de chien. Apenas cuatro días más tarde, su amigo J.B Jourjon consigue la primera repetición de este bloque dejándolo finalmente en 8b.
Y terminamos esta crónica con otros dos especialistas de los bloques sin cantos, Jacky Godoffe y Christophe Laumône. El mutante pelirrojo comienza el año encadenando Partage, una arista de seis metros de 8a/a+ para la que es necesario, además de un montón de colchonetas, un fornido equipo de porteros. Por su Parte, Christophe Laumône continúa con su labor de apertura proponiendo un nuevo 8a, Le mandarin.