Los eslovenos Janez Jeglic, Silvo Karo y Francek Knez conformaron una de las cordadas más potentes de su época, protagonizando algunas de las ascensiones más osadas. Una de ellas fue la segunda ruta que se abrió en la Torre Egger, en diciembre de 1986. Una natural direttissima que empieza en un peligroso corredor entre la Torre Egger y el Cerro Torre, continúa por un sistema de fisuras desplomadas y un diedro, para alcanzar la cima de la Torre Egger a través de los dos últimos largos de la Americana, según la descripción de Pataclimb.com. En total, 950 metros de enormes dificultades, cifradas en 6c, A3, 90º, y bautizados como Psycho Vertical.
A decir de Silvo Karo, aquella ascensión, realizada en un ataque de 22 horas ida y vuelta gracias a las cuerdas que fijaron en los primeros 550 metros, fue la mejor de las vías que Jeglic y él dejaron en Patagonia. Además, él mismo escribió que «tomando en consideración la altura de las paredes y los rápidos e impredecibles cambios de tiempo, es casi imposible de escalar en puro estilo alpino«.
Buscadores de lo imposible
Quizás no sabían que era imposible, o más bien pensaban que los tiempos habían evolucionado lo suficiente a lo largo de los últimos 29 años. La cuestión es que el día de Reyes dos cordadas coincidieron en el vivac de Noruegos con la intención de llevar a cabo la primera repetición de Psycho Vertical en el imposible estilo alpino vaticinado por Karo.
La cordada formada por el italiano Korra Pesce, el austriaco Roli Striemitzer y el argentino Tomy Aguiló se adelantaron la mañana siguiente y se situaron primeros a pie de vía, con la intención de no verse frenados por otra cordada delante de ellos. Mientras tanto, los argentinos Iñaki Coussirat y Carlitos Molina comenzaron por detrás.
Después de los primeros y difíciles largos de corredor, resueltos con eficacia por Roli Striemitzer, la primera cordada llegó a la pared propiamente dicha, donde Tomi Aguiló lideró el lento avance en artificial. Después de ocho largos, Coussirat y Molina habían alcanzado a sus rivales, quienes les ofrecieron trabajar conjuntamente a partir de aquel punto: ellos les dejarían las cuerdas fijadas en las secciones de artificial para que no tuvieran que verse obligados a esperar un tiempo demasiado largo que hubiera comprometido todavía más la ya de por sí difícil ascensión.
A pesar de tener que compartir los cinco una repisa de vivac que hubiera sido apropiada para dos, la escalada fue progresando y superando todas las dificultades (de hasta 6b, A3, M8, 90º de hielo, según Korra Pesce). Tras alcanzar la cima, hicieron un segundo vivac justo bajo la cumbre, antes de descender al día siguiente por la ruta Americana.
#EstebanTapella y Club Mercedario; estimado nuestro más sentido pésame. Estamos buscando los detalles del accidente de si Iñaki llevaba casco o no; que según parece lo llevaba, pero que el tamaño de la roca fue tal que no impidió protegerle. ¿Podría por favor confirmar el dato? Un abrazo desde Chile
Estimados, por las dudas no estén al tanto… Esto ha sucedido hace unas horas… Todos muy tristes por la muerte de Iñaki, una gran escalador de nuestro Club Andino Mercedario en San juan, Argentina. http://www.ahoracalafate.com.ar/nota/265 3/ahora-un-andinista-muerto-en-el-fitz-r oy-
Buena actividad. Y por suerte todavía queda algo de compañerismo en la montaña.