Han pasado dos días desde que Sergi Mingote pisara la cima en el Manaslu (8.163 m). Fue el martes 25 de septiembre a eso de las 14:20 horas de la tarde, y siguió un descenso a contrarreloj para regresar a las tiendas del C3 antes de que la oscuridad pusiera las cosas más difíciles. Lo hicieron casi 24 horas después de haberlas dejado. Invirtieron 16 de esas horas en un difícil ascenso, lleno de dificultades y con algún momento de tensión.
Ayer mismo completó el descenso hasta el campo base y empezó a pensar en la posibilidad de seguir adelante con sus planes de desplazarse hasta el Dhaulagiri para intentar su cuarto ochomil del año, después de haber hecho en verano el K2 y el Broad Peak y en otoño el Manaslu. Todo ello inmerso en el proyecto solidario 3×8000.
Este es su propio relato de la ascensión a la octava montaña más alta del mundo, publicado ayer 26 de septiembre en sus redes sociales:
Hola amig@s, acabo de llegar hace poco más de una hora al CB del Manaslu, después de que esta preciosa montaña me haya permitido, también, y ya van tres ochomiles (el K2 8.611m, el Manaslu 8.163 m y el Broad Peak de 8.047 m). Tan solo 72 días para dejar en la mitad, en el 50% este fantástico proyecto que pretende dar a conocer las capacidades de los discapacitados y los proyectos solidarios.
¿Que cómo ha sido este ascenso a la octava montaña más alta del mundo?. Pues precioso pero duro, muy duro. Hablando en números más de 16 horas para pisar la afilada cumbre del Manaslu. Cierto es que tanto Moeses Fiamoncini y su sherpa Temba como yo, estábamos valorando seriamente abrir la ruta desde el C4 hasta arriba, pero cuando tres sherpas más se añadieron a la fiesta no dudamos ni un segundo. Seria precioso conocer la última parte de este monte sin que aun nadie la hubiera pisado este año.
A las 21.30 h salíamos del C3 y nos quedaban 1.450 metros de desnivel positivo por delante. Ningún otro grupo se apuntó a la fiesta de abrir ruta hasta la cumbre. Una vez salimos del campamento tres, la meteorología fue empeorando a medida que ascendíamos y un fuerte viento nos acompañó hasta prácticamente la mañana. Eso hizo que nos desviáramos de nuestra ruta y a la altura del C4 nos equivocamos. Resumen rápido, casi 4 horas de “tute” en una pared de hielo de unos 50 grados de inclinación.
A partir de la salida del día, hizo mucho frío cosa que hizo decidir a Moeses a ponerse el oxígeno embotellado. Hacia unas horas que notaba síntomas de congelación en un pie. Según él, a los 20 minutos los síntomas desaparecieron. Los últimos 300 metros de ascensión fueron un calvario, que se cargó a las espaldas Lhakpa, uno de los sherpas más fuertes que he visto. Los demás ayudábamos como bien podíamos, pero no avanzábamos apenas. Unos 100 metros de ascensión nos ocupaban mas de 2 horas de esfuerzos. La nieve siempre cubría por encima de las rodillas.
El día se había quedado fantástico, y la previsión aun era mejor. ¡Teníamos que dejarnos la piel! Más de 16 horas de ascenso disfrutando de la belleza solitaria de la montaña. Finalmente la arista final tiene una cierta peligrosidad y solo ascendemos tres, Lhakpa, Moeses y yo, pero el éxito es de los seis.
El descenso largo, muy largo. Llegamos a las tiendas del C3 a las 21 h de la noche. Para las estadísticas. Primer ascenso del año al Manaslu. Seis componentes, de ellos 4 sherpas. Cinco utilizando oxigeno embotellado y uno sin. Resumen final estoy muy feliz, pero tengo 3 dedos tocados por le frío y me duelen. No es nada grave.
Ahora hay que tomar la decisión (o no) de coger un helicóptero y volar hasta el campo base del Dhaulagiri, y unirme al trabajo que están haciendo los equipos de Gary Kobler y Seven Summits con el gran Carlos Soria.
Soñar grande amig@s!
Realmente algo de admirar!,
Enhorabuena, Sergi. Gran alcalde de Parets del Valles. Tus valores y tu pasión por la montaña te han hecho dejarlo. Eres un ejemplo. Seguimos desde Madrid tus gestas. Recupera pronto esos pies. Mucho animo, mucho cuidado y a por el Dhaulagiri