[ACTUALIZADO 08:30 de 14/02/2014] «Simone y David han llegado al C2. Ahora bajarán juntos al campamento base. Su tono de voz, cuando hablé con ellos por encima de la cresta, a más de 6.000 metros, expuestos al viento y embarcados en un terreno difícil y congelado, es completamente diferente al que tienen cuando hablo con ellos en el C2, a cubierto del viento, seguros y protegidos. Me da la impresión de que no es sólo un problema técnico o tecnológico -el alcance de las radios-. Hasta hace poco sólo he hablado con ellos de viento, nieve, frío, sensación de hormigueo en los dedos de las manos y los pies… Desde C2 me han ordenado el menú para cuando lleguen, que será en unas pocas horas, pasta y verduras cocidas.
Nanga Parbat no es una montaña, son dos montañas, una sobre la otra. La primera cima hasta el C2 y la segunda, más difícil, más caprichosa, más imprevisible, y en la que debemos ser más cuidadosos y atentos. La montaña comienza a partir de ahí y hasta la cima, a 8.125 metros. Es difícil, muy difícil. Complejo. Es un mundo aparte. No es casualidad que en 25 años de intentarlo en invierno, nadie haya logrado subir a su cumbre».
[ACTUALIZADO 07:30 de 14/02/2014] David está en el C3, Simone 150 metros más abajo, antes ir para volver, el excesivo frío y el mal tiempo les hace volver al C2.

[ACTUALIZADO 07:00 de 14/02/2014] Desde el campo base, el alpinista y cronista de la expedición Emilio Previtali nos comenta: «Está nublado. Esta noche incluso ha nevado un poco. La cumbre del Nanga Parbat está aún totalmente oculta por la nubes. No hace mucho viento y tampoco un frío excesivo. Básicamente las previsiones son correctas, pero realmente no es lo que esperaban. Simone y David esperaban al menos visibilidad. No puedes escalar a esa altura permaneciendo totalmente en las nubes, incluso si hace poco viento.
Ahora van a subir hasta el C3 a 6700 metros y luego decidir dónde, cuándo y qué hacer. Me parece que están más dispuesto a depositar el material y asegúrarse de que todo está en orden y luego descender más para continuar. Realmente parece que no hay condiciones adecuadas ni tiempo suficiente para continuar hasta la cima. Simone dijo por radio que mirando hacia el oeste ve ya un frente de nubes que es probablemente lo que se espera para el domingo. Esperan llegar a C3 y entonces decidiran. La escalada en grandes montañas es el arte de tomar las decisiones correctas en el momento oportuno. Los programas están hechos para ser cambiados, incluso en el último minuto.»
Publicado 13/02/2014
Esto es lo que comenta, desde el campo base, el alpinista y cronista de la expedición Emilio Previtali: “Simone y David han partido temprano esta mañana. El cielo estaba despejado y había una luz agradable, pero muy por encima de sus cabezas, hacia la cresta situada a 6.100 metros y hasta la cima del Nanga Parbat, se veía que ya estaban correteando nubes. Ahora hay una gran nube lenticular, suavizada por el viento, que se extiende hacia el este y se deshilacha hacia abajo entre los canales y glaciares colgantes de la pared de Rupal. El viento sopla desde la otra vertiente, por el Diamir. Simon y David han partido de todas formas, como estaba previsto. A las 9,10 am (hora pakistaní) ya estaban a mitad de camino entre el campo 1 y campo 2. Ahora tienen que continuar hacia arriba, a lo largo de la canal, y hacer el último tramo escarpado hasta el campo 2 y a la cresta, y luego tomar una decisión. Si una vez lleguen al C2 el viento no es demasiado fuerte seguirán al C3, de lo contrario volverán al campo base. Los alpinistas polacos Tomasz Mackiewicz y Pawel Dunaj que estaban también en el campo 1 han tomado la decisión de regressar al campo base debido a problemas de estomágo de Tomasz».
Emilio Previtali acaba de confirmar que Simone y David han hablado desde el C2 con el meteorólogo Karl Gabl, quien les ha confirmado que el sábado no habrá mucho viento. Han decidido seguir para intentar llegar al C3.
Qué nadie cumpla sus sueños porque a tí te apetezca que un lugar al que jamás llegarás permanezca incólume. Qué romántico, sí !! Por qué no hacer un mínimo esfuerzo e imaginárselo virgen, dejando que a otros que cumplan sus sueños sin perjudicar a nadie, no es eso más romántico ? Aunque si algo tiene el romanticismo es la subjetividad, cada uno lo entiende a su manera.
No les deseo ningún daño, por Dios, pero me gustaría que tanto el Nanga Parbat como el K2, nunca jamás fueran escalados en invierno. Que quedaran vírgenes como el Machhapuchhare o el Kailas. Es un sentimiento romántico, ya está bien de querer desvirgarlo todo.
Bueno a ver si hay suerte, es una lastima la retirada de los Polacos. Mucha suerte a todos.