A través de una anotación en su página de Facebook, los hermanos Huber han anunciado que renuncian a viajar a Pakistán para intentar abrir una nueva ruta en la inescalada cara norte del Latok I (7.125 m) a causa de la inestabilidad política y el clima de inseguridad que se vive en aquel país.
«Hola, amigos, acabamos de tomar una decisión muy dura: Cancelamos nuestra expedición al Latok I a causa de la situación política en Pakistán. Por supuesto el sueño de este muro gigante está todavía en nuestra cabeza y esperamos que el año que viene tengamos otra oportunidad. Gracias por el gran apoyo mental. Ahora tenemos que planear cosas y buscar un nuevo objetivo… y muy pronto estaremos en la ‘carretera de la aventura’ otra vez». Este era el mensaje que firmaban tanto Alex y Thomas Huber como sus compañeros de expedición Dani Arnold y Mario Walder.
Los cuatro montañeros ya tenían el equipaje preparado para partir hacia Pakistán, pero las noticias que llegan a diario de aquel país les han hecho dar marcha atrás en sus planes. «El riesgo ya no es calculable», decía Alex Huber al blog de Stefan Nestler, y argumentaba que: «Primero fue la ofensiva de los talibanes, ahora es la ofensiva del ejército de Pakistán en Waziristán del Norte. Seguro que habrá más ataques terroristas».
Además, este año se está revelando más difícil de lo que ya es normalmente conseguir billetes para los vuelos internos, única vía para evitar el tránsito por la Karakorum Highway, una carretera peligrosísima, no tanto por el tráfico como por el riesgo terrorista en su largo recorrido. «Considerándolo todo, sencillamente es demasiado peligroso. Yo ya no me lo paso bien si no puedo valorar el grado de riesgo».
» De juegos de niños» nada. Una montaña es una montaña. Aquí estamos hablando de la gestión del riesgo. Es otra cosa distinta. «El riesgo ya no es calculable». Nada que ver, como el tocino a la velocidad. Pero te ha quedado muy bonito.
Una decisión dificil, desde luego. Pero más vale no tentar a la suerte. La situación se ha venido deteriorando en esa zona y lo prueban hechos como la matanza en el campo base del Nanga. Ignoro qué porcentaje de verdad contiene el libro Tres Tazas de Té pero nos abre los ojos a una posible e inquietante realidad que no preludia nada bueno.
Y que pasa con todas las expediciones españolas que estan alli?? Es real el peligro terrorista? Si tan mal esta la situación dejan viajar a estos paises?
Gran reflexión, Pensando.
Es curioso que una actividad tan tremenda y peligrosa como esta cara norte sea un juego de niños comparado con el peligro que los humanos representan para otros humanos. Da que pensar que como especie algo estamos haciendo muy mal. Como se suele decir: El hombre es el lobo del hombre.