
Ha llegado el momento del Karakorum. Mientras el monzón se ceba con el Himalaya de Nepal, la actualidad ochomilista se traslada a Pakistán, donde ya ha empezado la temporada veraniega. Y lo ha hecho en el NangaParbat, donde la expedición3 in 1, integrada por un equipo kazajistaní con DenisUrubko al frente, y otro de carácter internacional, con la presencia de dosalpinistas nacionales, Iñaki Ochoa de Olza y el bilbaíno Oscar Gogorza, ya hacomenzado su ascensión.
Van por la normal, pero como motos, porque en apenas cuatro días de estanciaen la montaña (campo base instalado el 1 de junio), ya han fijado el primer campo de altura (4.900 m), y van camino del C2 (6.200 m). El equipo kazajistaní ha sido el encargado de iniciar el trabajo, y desde hoy, el potente grupo internacional coordinado por el italiano Simone Moro (Ed Viesturs, Jean C. Lafaille, Iñaki y Oscar, entre otros), tomará el relevo. El muro Kishofer es cosa suya. El plan es dejarlo equipado y seguir hacia arriba, aprovechando losdías de buen tiempo que se viven en la montaña, para dejar el Campo 2 instalado.
Intereses comunes

El Nanga ha unido en esta expedición internacional intereses comunes de unosy otros. Por un lado, el proyectoochomilista nacional de Kazajistán, con Denis Urubko como cabeza másvisible, y que en 2003 pretende tachar los tres ochos del Karakorum que notienen en su lista: Nanga Parbat, K2 y Broad Peak (los Gasherbrum cayeron en2001).
Por otro lado, alpinistas como Viesturs (que en 2001 ya volvió del Nanga devacío) o Lafaille, quien debería llegar hoy al campo base, también buscanprogresar en dicha carrera, y en el caso del francés, con la misma fórmulakazajistaní: de tres en tres. Hace unos días coronaba su primer objetivo delaño, el Dhaulagiri y ahora quedan dos: Broad Peak y Nanga Parbat, aunque suplanes (al menos eso rezaba su proyecto) pasaran por hacerlo solo y abriendo via,si fuera posible.
Fuente: russianclimb.com
El regreso de Tomaz Humar

Noviembre de 1999. En nueve días, el esloveno Tomaz Humar abre ruta en lavirgen carasur del Dhaulagiri, con la única compañía de su macuto de 40 kilos, y 50metros de cordino para asegurarse. Un grave accidente casero pocos mesesdespués, lo apartó casi definitivamente de las montañas. Ese «casi», que dejó abierta la puerta de regreso, fue fruto de su empeño y esfuerzo personal, porque los médicos dudaban incluso que volviera a caminar.
La recuperación fue dura, mucho, pero también completa. Primeros (buenos)síntomas: a finales de 2000, forma cordada con PatrickBérhault, en las primeras etapas de la TravesíaAlpina del francés, en Eslovenia. Octubre de 2002, pasa de 8.000 metros enel Shisha Pangma. Y ahora, plena confirmación, con su vuelta al Himalaya degran dificultad, a la vanguardia alpinística de nuestro momento, que ya ocupóen el Dhaula.
Pared de Rupal: nueva ruta
Para 2003, Tomaz se dará un nuevo atracón de mixto en altitud con la paredde Rupal del Nanga Parbat, justo en el verano de sus cincuentaaños. Hablamosde unos 4.500 metros de hielo, nieve y roca, para el mayor desnivel del planeta.Tomaz quiere dejar una nueva línea en ella desde el próximo 10 de julio, denuevo en solitario.
El primero que logró vencerla fue Reinhold Messner en 1970 junto a suhermano Gunther, que desapareció en el descenso bajo una avalancha. Desdeentonces, dos nuevas vías ha sido abiertas en la pared de Rupal: la alemana Schell(1976), y la polaco-mejicana de 1985. En su nueva apuesta, Humar ha previsto varios días de escalada sin descanso, y apenas dos posibles escapes: salir por arriba y descender por la Kishofer del Diamir, o por la misma línea Messner del Rupal. El tiempo, y la montaña, dirán.