Alessandro Baù y Matteo della Bordella dedicaron el pasado mes de enero 19 días a un intenso viaje de escalada por tierras mexicanas. “A parte de los dos días de viaje, sólo descansamos otros dos días, así que escalamos 15 días de 17, no perdimos demasiado tiempo”, comenta Della Bordella. En sus ansias por descubrir interesantes paredes donde abrir nuevas vías, se dirigieron a la ciudad de Monterrey. Cerca de allí, en el Parque Natural La Huasteca, encontraron lo que buscaban: una inmensa pared caliza de 800 metros de ancho con tan solo un par de rutas conocidas, en la cara sur del Tatewari. Así que observaron la parte central y trazaron “una línea lógica y elegante por el mismo centro, partiendo el muro en dos mitades simétricas”, según Matteo della Bordella. Esa línea sería unos días más tarde Confianza en el sendero (o Fiducia al sentiero, en italiano), de 500 metros y 10 largos, con una dificultad máxima de 5.12c/7b+ y un grado obligado de 5.11d/7a. Los dos italianos –de 27 y 25 años respectivamente- realizaron la escalada utilizando una mezcla de estilos, alternando la escalada clásica con los expansivos cuando era necesario. “La primera ascensión fue rápida, extremadamente rápida; escalamos a vista seis de los diez largos, utilizando material de escalada clásica” , explica Della Bordella, quien puntualiza que “en el resto utilizamos expansivos”.
Mucha actividad y vuelta al hogar
Después de abrir su ruta en el Tatewari, Baù y Della Bordella buscaron otras zonas cercanas donde disfrutar de la escalada. Se dirigieron a Potrero Chico, donde encontraron bastante ambiente, con otros escaladores europeos y sobre todo estadounidenses. “Buenos muros de piedra caliza que ofrecen escaladas variadas e interesantes, ¡un gran lugar donde pasarlo bien!”, describe Alessandro Baù. Dedicaron algunos días a las zonas de Fin de semana, The surf y Outrage Wall. Pero una vez más volvieron al Parque Natural La Huasteca para escalar de nuevo su vía. “Fue como volver a casa”, señala Baù. Finalmente, tras pasar unos días más escalando en el cañón de El Salto y en Telecot Cave, dejaron Mexico con el convencimiento de que “todavía hay mucho terreno virgen, especialmente en el Tatewari”. Fuentes: PlanetMountain