Aunque ya ha llovido desde su apertura, nada menos que cinco años, Elsilenci, A5 de la Pared de Ecos (Salt de la Nina), en la cara NE deMontserrat, se encontraba sin repetición alguna. Hasta el pasado verano.Aguantando insufribles temperaturas, Eloi Callado y Sílvia Vidal se encargaronde confirmar la dureza de sus largos, lo mantenido de la vía y el calor con quenos ha castigado la pasado temporada estival.

¿Primera repetición? Lo cierto es que no hay reseñas ni tampoco indiciosde que El silenci (185 m, A5/6b), haya sido repetida antes, por lo queesta ascensión puede confirmarse como la primera repetición. La aperturacorrió a cargo Miquel Puigdomenech, los días 1, 5 y 6 de agosto de 1998,después de fijar previamente los dos primeros largos.
Ola de calor
«Estuvimos un total de 4 días (3 vivacs) para realizar la repetición.Empezando el 4 de agosto y terminando la tarde del 7, del tirón (sin fijarlargos). Además, escogimos la semana más calurosa de todo el verano, la de laola de calor. Nos daba el sol hasta las 14 h. y lo sufrimos bastante»,comenta Sílvia tras resolver los seis largos de la vía, todos de artificialextremo, y un 6b de salida.
Se trata de una ruta muy mantenida y sin tregua. Incluso el A3+ del quintolargo, la tirada más «sencilla», es laborioso y precario, ya que lagraduación responde a sus cuatro espits. Los repetidores piensan que en todoslos largos la graduación es bastante acertada. Sílvia además comenta que noescalaron parte del primer largo (A5) porque se equivocó de recorrido. Alempezar la vía vio algunos plomos en la pared y pensó que se trataba de unarepetición, ya que Miquel la había dejado «limpia». En realidadpertenecían a Inocent wall (A4+), abierta con posterioridad y que va muycerca de El silenci. Finalmente, Sílvia flanqueó abriendo un cortotramo hasta enlazar con su objetivo. Sílvia y Eloi también sacaron todo elmaterial que instalaron.
Menos plomos y más clavar
La cordada escaló usando los menos plomos posibles (65 en total), y dandomás trabajo a pitonisas, ganchos y clavos -mayoritariamente uves pequeñasrecortadas, falcados con tacos de madera. «La vía resultó muylaboriosa, como suele suceder con el artificial montserratino, en donde laimaginación y la paciencia van de la mano. Es difícil saber por dóndeprogresar y qué poner, lo cual costó alguna que otra caída». Lasreuniones tienen dos espits (uno de M8 y otro M10) sin posibilidad de añadirningún otro seguro para reforzar, lo que significa incomodidad para ladistribución de la hamaca, el petate y el resto de material.
Después de «cuatro días completos, de calor y emocionesintensas», El Silenci cuenta ya con su primera repetición, «unavía bonita, que transcurre por un mar de roca conglomerada y que está situadaen uno de los rincones con más encanto de la montaña».