Un joven que residía en Cala Serena decidió bajar al mar por uno de los acantilados de la zona, ayudándose para ello de las cuerdas fijas que los escaladores psicobloqueros habían fijado con anterioridad, para poder salir del agua después de algún infructuoso pegue a la línea intentada, que acaba con chapuzón en el Mediterráneo.
Y parece ser que éste no es el primer caso, según los vecinos de la zona. Rápidamente se han tomado medidas, siendo retiradas dichas cuerdas fijas con el objetivo de evitar nuevos accidentes, quizá más serios. El caso es que las cuerdas incitan a los novatos e incluso a los no escaladores a meterse en los acantilados y a los que pasean en barca a subir por ellas con trágicos resultados.
El segundo accidente ocurrió en Porto Cristo, cuando un imprudente saltó desde una barca pensando que saldría sin problemas por una de las cuerdas colocadas en los acantilados para poder salir del mar. Pero no tuvo fuerzas suficientes, apunto estuvo de ahogase.
Escalerillas por cuerdas
El resultado de todo es más trabajo para los servicios de rescate y mala prensa para nuestro deporte (y quizá de repetirse, algún fallecimiento), aunque de momento no se han tomado medidas drásticas, como denunciar el peligro que supone este tipo de escalada y prohibirlo. Tan sólo se ha advertido y se ha pedido por las buenas que no dejemos ninguna cuerda fija, ni para bajar por las paredes, ni para salir del agua.
¿La solución entonces? Pues para evitar un posible nuevo accidente, y que la prohibición de la practica del psicobloc pudiera acabar siendo efectiva, lo mejor es acostumbrarse a bajar sin ayudarse de ninguna cuerdas, y para quien no se atreva con los destrepes más difíciles, escalar en zonas donde no de miedo «desgrimpar». Para salir del agua lo mejor es colocar escalerillas como las de la foto (incluso de fabricación casera con eslabones de PVC enlazados), que por el bien de todos, hay que llevarse cada día a casa después de escalar.
Miguelink