“En pocas décadas, la escalada ha pasado de un puñado de dirtbags haciendo ascensiones visionarias en montaña a una cultura colectiva de pérdida de peso, una cultura de la dieta como forma de vida”. Esta es una de las duras afirmaciones que se pueden escuchar en Light, el documental firmado por Caroline Treadway que arroja luz sobre los trastornos alimentarios entre escaladores.

En sus 45 minutos de duración, la producción lanza un mensaje íntimo y bien trabado sobre la compleja problemática de la alimentación en la escalada y su influencia en el máximo rendimiento. La tesis de inicio es que existe un bucle sustentado en la tesis de que perder peso significa mejorar el rendimiento y ganar (competiciones o encadenamientos) y transmitido de forma inconsciente por aquellos escaladores que exhiben figuras alarmantemente delgadas.
El documental lanza un mensaje íntimo y de esperanza, a través de los testimonios de superación de escaladores y escaladoras en primera persona. Hacia la idea final de que el hecho de pesar menos significa exactamente lo contrario de ser fuerte, además de que no es saludable, tanto desde el punto de vista físico como mental.
Experiencia personal
El punto de partida de Caroline Treadway es su experiencia personal. Ella pasó por un trastorno alimentario grave, que la llevó a ser ingresada en varios hospitales y a ser internada en un hospital psiquiátrico. Tras haberlo superado, comenzó a escalar y se fue a vivir a Boulder (Colorado), el epicentro de la escalada en Estados Unidos, donde vio con sus propios ojos cómo jóvenes escaladoras y escaladores caían en la obsesión por el peso con el objetivo de lograr un mejor rendimiento.
“Preguntar si tal persona estaba demasiado delgada me convertía a mí en enemiga del deporte, una hater, o quizás estaba celosa, o era alguien que no entrenaba suficiente, o no era lo suficientemente dura, o no me sacrificaba lo suficiente…”, rememora.
Caroline Treadway pone delante de la cámara a deportistas que comparten sus propias experiencias. Las más relevantes e impactantes son las de Angie Payne y Emily Harrington. Ellas dos fueron campeonas adolescentes de competiciones de escalada, tanto a nivel nacional como internacional. Ambas reconocen haber sufrido trastornos alimentarios en aquella época y haber estado sumidas en una profunda infelicidad. El film recorre los esfuerzos de superación de las dos escaladoras que, años más tarde y con más kilos encima, han logrado sus mejores encadenamientos: Angie Payne hizo el primer 8B femenino de la historia con The automator en 2010; mientras que Emily Harrington ha escalado recientemente El Capitan en libre y en el día.
Además de ellas, también aportan su visión otras escaladoras de renombre, como Nina Williams, Meagan Martin, Andrea Szekely o la histórica Naomi Guy. Caroline Treadway es capaz también de poner sobre la mesa el estigma todavía mayor que afecta a los escaladores con trastornos alimentarios, gracias al testimonio de Kai Lightner.
Como punto final del documental, una potente reflexión de Angie Payne: “Sentirse ligera te hace sentir genial. Todo aquel que lo ha sentido, sabe lo genial que es, pero de lo que me di cuenta cuando empecé a ganar peso de nuevo y a estar más saludable fue que puedes tener esa misma sensación siendo fuerte; y sentirte realmente fuerte te hace sentir incluso mejor que sentirte realmente ligera”.