Después de caerse en el final, que es relativamente fácil, el día antes, volvió para rematar el bloque y que consiguió tras caerse tres veces después del movimiento duro.

«En el último intento fui sin ninguna presión y con el cuerpo muy cansado. Una vez más, pasé el movimiento más difícil, y de alguna manera saqué la suficiente motivación para aprovechar toda la energía que me quedaba y terminar los 22 movimientos del búlder. ¡Fue increíble!» Comenta Kruder.