Vacaciones, tiempo libre y miles de personas que se dirigen al mismo sitio. La combinación genera muchedumbres que, en el caso del Mont Blanc, no solo son incómodas sino peligrosas. Así lo estiman las autoridades de la región francesa de Haute-Savoie, que desde el pasado sábado hasta el próximo han decidido restringir el acceso por la ruta normal. Solo quienes tengan una reserva en el refugio Goûter podrán ir más allá del glaciar de Tête Rousse.
La capacidad del edificio es de 120 personas pero con frecuencia alberga a muchas más, lo que genera problemas de seguridad y orden público en opinión de las autoridades. Y como no es posible cerrarle la puerta en las narices a los alpinistas que lleguen cuando ya se ha completado el cupo (porque no es seguro dormir a la intemperie a 3835 metros), el control de acceso se hace mucho más abajo.
La medida acaba le próximo sábado pero es posible que se pueda extender o entrar en vigor nuevamente en periodos de mucha afluencia. Los defensores de la medida destacan que velar por la seguridad y los detractores se sienten ofendidos por coartar la libertad de los alpinistas para acceder a las montañas.
El «efecto Kilian» también fomentó restricciones el año pasado
El debate tiene ramificaciones en otros campos. El verano pasado, el alcalde de Saint-Gervais-Les-Bains, uno de los municipios del macizo del Mont-Blanc, anunció una orden de ejecución por la que establecía un material obligatorio para escalar el Mont Blanc por la Voie Royale.
Los elementos imprescindibles de la lista eran gorro, gafas de sol, máscara de esquí, crema solar, chaqueta caliente, gore tex, pantalón de montaña, cubre pantalón, calzado de alpinismo compatible con crampones, crampones ajustados para el calzado, arnés, kit de salida de grieta, cuerda, GPS o brújula y altímetro.
En este último caso se pretendía combatir el “efecto Kilian”, que consiste en infravalorar los riesgos de la montaña tomando como modelo a Kilian Jornet, cuya capacidad para ascender en pantalón corto y zapatillas está a años luz de lo que pueden hacer los visitantes habituales del Mont Blanc.
