Día 10 de Septiembre de 2011. Mi chica, Marta Ramos, y yo nos dirigíamos a la base de las Grandes Jorasses desde Chamonix sin utilizar el tren de Montenvers para hacer un vivac y así contemplar la Punta Walker, ya que escalar ahí…, pues eso, es para los grandes. Tras una aproximación muy empinada nos detenemos a pie de la Mer de Glace y escuchamos el primer derrumbamiento, increíble, pero lo grande estaba por llegar… De aquí en adelante no pudimos continuar por problemas de logística con la información dada por la Escuela de Guías de Alta Montaña de Chamonix, pero esto es otra historia. Decidimos volver a buscar un lugar para vivaquear contemplando este valle que es espectacular, Mer de Glace, Grandes Jorasses, Aig. du Tacul, Dent du Géant…, y a nuestra derecha los Drus. El vivac lo situamos en un kiosquillo cerrado debajo de Montenvers a 1.600m.
Día 11 de Septiembre de 2011. Después de un cafelito y una noche espectacular, aparece el sol detrás del Petit Dru, todo se detiene y como si de un animal se tratase un eco sordo resuena en todo el valle, como si cientos de casas se vinieran abajo, retumbando. La nube se recreaba en sí misma como si fuera la erupción de un volcán. No dábamos crédito a lo que estábamos viendo. Un rato largo –o eso nos pareció– después, la nube inundaba el valle poco a poco. Helicópteros que se acercaban, ya que había gente escalando (vimos la luz de las frontales por la noche…). A los 10 minutos tuvimos que irnos ya que la nube de polvo nos alcanzo. ¡¡SOBRECOGEDOR!!