Viento, viento y más viento. Y fuerte, muy fuerte. La última crónica desdeel campo base del Shisha Pangma (9 de enero) no puede comenzar de otra forma.Simone Moro y el resto del equipo, los polacos Jan, Darek, Piotr y Jacek estánsiendo literalmente barridos de su cara suroeste, aunque a pesar de ello (y deque el invierno ha llegado del todo, con temperaturas ya de 40º bajo cero), elquinteto ya ha fijado cuerda hasta los 7.200 metros, aproximadamente.
Ahora toca descanso, regresar a la seguridad del campo base (Darek y Jacekdescendían ayer del C1 al base avanzado y Jan desde éste al CB) y pensar en laestrategia. Desde el punto máximo alcanzado (por Simone y Piotr el día 6, ypor Darek y Jacek ayer día 9) ya se vislumbra la salida del corredor queconduce a la arista cimera del Shisha. Desde ahí, el primer grupo (Simone yPiotr) tratará de fijar esta semana un segundo campo (en pleno corredor, entorno a los 7. 350 m), donde pasarán noche para completar su aclimatación, y sí el frío y el viento lo permiten, incluso piensa ya lanzar el primerintento de cima, asegura Moro.
Más cuerda
De momento las condiciones han obligado a todos a replegarse al campo base, yel voraz apetito de los pájaros de la zona ha realizar reparaciones en lastiendas del C1 (6.550 m) y del base avanzado, que ha picoteado en busca de comida.Daños menores parece, sobre todo por el optimismo que reina dentro del quintetoitalo-polaco, que ya piensa en la cumbre, a pesar de que están sufriendo uninvierno más frío que el pasado, y la ruta 2004/05 tendrá más recorrido yles está obligando a fijar más cuerda.
Fuente: simonemoro.com