EXPLORANDO

Venezuela. Primera ruta al Adankasima Tepuy

Los escaladores venezolanos Carola Pérez, Daniel Mora, Rafael Bracho, Carlos Pineda y Cheo García y el polaco Wojciech Wandzel abrieron la primera ruta del Adankasima y también firmaron la primera visita a pie registrada al tepuy.

| 9 comentarios |

El Adankasima (Estado Bolívar, Venezuela) es uno de los trece tepuyes que componen el macizo de Chimantá. Hasta ahora no se habían registrado aperturas en sus paredes, ni siquiera visitas a pie, al contrario de sus vecinos Akopan, Upuigma o Amurí. Con El camino del Danto (300 m, 5.12a [7b]/A2, J1), el equipo Tierra de Sueños, formado por los venezolanos Carola Pérez, Daniel Mora, Rafael Bracho, Carlos Pineda y Cheo García y el fotógrafo y escalador polaco Wojciech Wandzel inauguró este monolito que surge de las entrañas de la selva venezolana.

La expedición comenzó el 17 de enero de 2011 y finalizó el 14 de febrero. Volaron en dos avionetas 206 desde Santa Elena a Yunek. Allí les esperaba Ricardo Criollo, líder de la comunidad cristiana-evangélica y también líder pemón (pueblo indígena de la región). Ricardo, junto a 15 indígenas, ayudó al equipo a abrir el camino hasta la base del tepuy. En total fueron cinco días para llegar hasta el inicio de la escalada, atravesando el valle del Tirica, entre sabanas, bosques de galería, quebradas y ríos.

Acompañados por los espírituste
En esta fase de la expedición se produjo un hecho inquietante descrito por Cheo en su diario: “Durante la aproximación Julio Criollo ha visto un corte fresco y limpio hecho a una planta, con una herramienta de corte. Lo curioso es que nadie ha estado por aquí antes, no hay camino, todo se está creando ahora. Esta acción se la atribuye a los amayikok, espíritus indígenas, que rondan las selvas y las sabanas. Por esta razón, al campamento base los amigos de Yunek le pusieron por nombre Amayikok Parú (la Quebrada de los Espíritus)”. El acceso hasta el tepuy fue bautizado por los indígenas como el camino del Danto.

El campamento base se situó a dos horas de donde arrancaba la ruta. La escalada discurrió casi siempre por tramos de fisuras, con tramos de mucha calidad a veces: “El gran diedro resultó excepcional, muy limpio con tramos de chimenea, de offwidth, de mano, de puño…, era sencillamente alucinante”, describe Cheo. Otros largos resultaron de peor calidad, como el segundo, de roca suelta y artificial de gancheos. La estrategia consistió en “vivir” en la base de la pared y bajar al campamento base para coger comida y recargar las baterías del taladro.
“La selva ha sido benevolente, el clima es perfecto, el ambiente entre nosotros es mágico, la pared interesante… Todo está lleno de magia…”, escribió Cheo García en su cuaderno de viaje.

La expedición fue posible gracias a: Uaikinima (distribuidor Petzl Venezuela), Horacio Velutini (transporte aéreo y equipos de comunicación) y a la comunidad pemón de Yunek.

 

Lecturas relacionadas

Ayudarnos a difundir la cultura de la montaña

En Desnivel.com te ofrecemos gratuitamente la mejor información del mundo de la montaña. Puedes ayudarnos a difundir la cultura de la montaña comprando tus libros y guías en Libreriadesnivel.com y en nuestra Librería en el centro de Madrid, o bien suscribiéndote a nuestras revistas.

¡Suscríbete gratis al boletín Desnivel al día!

Estamos más ocupados que nunca y hay demasiada información, lo sabemos. Déjanos ayudarte. Te enviaremos todas las mañanas un e-mail con las historias y artículos más interesantes de montaña, escalada y cultura montañera.