No puede haber un lugar mejor para los que quieren sentir la naturaleza en todo su esplendor y en cualquier momento del año que el Valle del Jerte, una comarca natural, encajada entre los montes de Tras la Sierra y la sierra de Tormantos, con tantos valores que toda ella fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1973.
La comarca abarca un territorio de 375 kilómetros cuadrados por los que se distribuyen once pueblos llenos de encanto: Barrado, Cabezuela del Valle, Cabrero, Casas del Castañar, Navaconcejo, Piornal, Rebollar, El Torno, Tornavacas, Valdastillas y Jerte.
El origen del nombre del valle procede de la denominación árabe Xerte, Xerete, Xerti, vocablo con raíces muy profundas que significa aguas cristalinas y río angosto, un significado que resume muy bien el elemento más característico de este valle cuyo clima y la fertilidad de sus campos le han valido el sobrenombre de Valle del Gozo.
Cualquier momento es bueno para visitar el Valle, pero hay uno que sobresale y es el idóneo para acercarse a descubrir el acervo natural y cultural que le ha valido el título de BIC, adentrarse en las tradiciones y costumbres, y vivir momentos especiales en contacto sereno con la naturaleza o practicando actividades deportivas. Es, naturalmente la primavera.
En los primeros días de abril, el Valle del Jerte despierta de un invierno que suele ser suave gracias a la orientación del valle y la protección de las montañas que lo flanquean. Es entonces, con el Valle vestido de blanco por la floración de los cerezos y con las gargantas «vivas» por el deshielo, cuando la comarca se muestra en todo su esplendor.
La vida rezuma por todos sus poros y el Valle aparece dispuesto a ser descubierto. El tránsito del invierno al verano da la oportunidad de disfrutar con todos los sentidos de uno de los mayores jardines cultivados por el hombre: la floración de los cerezos, de los brezos y de las retamas es un espectáculo que no se olvida.
Es el momento óptimo para sacar todo el provecho del territorio, descubriéndolo por medio de sus senderos y sus miradores, practicar escalada en sus paredes graníticas, descender los barrancos, sobrevolarlo colgado de un parapente, navegar por sus aguas en balsa de rafting, piragua o tabla de paddle surf, conocer sus pueblos viajando en bicicleta, adentrarse en la alta montaña que aún conservará parte de su manto invernal, observar aves y estrellas, penetrar en las tradiciones y el sereno estilo de vida del valle con actividades de agroturismo, participar en rutas fotográficas o, sencillamente, dejarse atrapar por el paisaje.
DEPORTES ACUÁTICOS
El Jerte también es conocido como el Valle del Agua. Sus numerosas gargantas y arroyos buscan su camino ladera abajo dando forma a espectaculares saltos de agua que superan los cuarenta metros de altura y cristalinas pozas que en verano hacen las delicias de los bañistas. Tres de estas gargantas, Nogaleas, Papuos y garganta Chica, están equipadas para la práctica del barranquismo, o como es conocido en la comarca, “gargantismo”. Todas ellas tributan al río Jerte, en cuyo cauce, y dependiendo de la época del año, se puede practicar rafting, piragüismo o paddle surf; estas dos últimas también se practican en el embalse de Plasencia, una tranquila lámina de agua donde además se puede observar aves o disfrutar de la pesca.
CENTRO BTT
El Valle cuenta con el primer Centro BTT que se puso en marcha en Extremadura, un espacio preparado para la práctica segura de bicicleta de montaña. Consta de seis rutas de diferente longitud y dificultad que recorren los lugares más pintorescos de la comarca y comunican los pueblos entre sí. Las rutas están balizadas y homologadas por IMBA (Asociación Internacional de Bicicleta de Montaña).
SENDERISMO Y MONTAÑISMO
La comarca presume de rincones naturales salvajes y de parajes emblemáticos e irrepetibles. Para conocerlos nada mejor que a través de sus antiguos caminos que te permitirán conocer cómo fue y cómo es este valle fértil y generoso. Su red de senderos homologados formada por 26 itinerarios de diferente dificultad y longitud, recorren paisajes muy diferentes y adentran al caminante en pintorescos rincones naturales cargados de belleza.
Las altas cumbres del Valle del Jerte son la prolongación natural del sistema Central. Varias rutas dan acceso a la alta montaña, la parte más salvaje del Valle, donde se levanta El Calvitero, de 2399 metros de altitud, también conocido como El Torreón, «techo» de Extremadura y punto de unión de las provincias de Cáceres y Salamanca.
CAMINOS DEL AGUA
La multitud de miradores localizados por toda la comarca y la red de Caminos del Agua de fácil accesibilidad, permiten por medio de once propuestas, una por cada pueblo, conocer los diversos parajes de agua y roca, donde se esconden un puñado de rincones donde la belleza natural se muestra en todo su esplendor.
AGROTURISMO
El Jerte es un Valle agrícola vivo y dinámico, y la cereza su gran protagonista. Por este motivo, conocer la comarca de mano de la cultura agraria haciendo agroturismo, es sin duda una de las mejores formas de adentrarse en su identidad y su profundo carácter agrario.