Las autoridades chinas le han concedido una excepción a la prohibición que habían decretado para este otoño. Considera que puede mejorar su Project 14/7 y terminar los catorce ochomiles en menos de seis meses.
Tras las últimas retiradas en el Dhaulagiri, la temporada de otoño 2019 en los ochomiles del Himalaya ha echado el telón. Manaslu y Cho Oyu concentraron la mayoría de cimas, además de unas pocas en el Dhaulagiri.
La presión social y diplomática ha abierto la esperanza para que el nepalí pueda escalar en el último ochomil que le falta durante las próximas semanas.
Tan solo cuatro días después del Cho Oyu, el nepalí holla su decimotercer ochomil. Restan más de dos meses para que se cumpla el plazo de su Project 14/7, pero el permiso no llega.
El alpinista nepalí tiene ahora como objetivo regresar al CB del Manaslu mañana y ascenderlo antes de fin de mes. Solo quedará el Shisha Pangma, sobre cuyo permiso de ascensión todavía no hay noticias.
El alpinista nepalí deberá ascender el pico de 8.188 m antes del 1 de octubre, cuando las autoridades chinas han anunciado que cerrarán la montaña. El Manaslu y el Shisha Pangma son sus otros objetivos para el otoño.
El alpinista nepalí, a falta de tres cimas este otoño para completar su Project 14/7 ya piensa en el invierno, donde quiere llevar a cabo una primera también anhelada por Álex Txikon, Denis Urubko, los polacos y los rusos.
Existen rumores de que las autoridades chinas contemplan cerrar el Cho Oyu el 1 de octubre y no permitir ninguna ascensión al Shisha Pangma este otoño. Junto con el Manaslu, son los tres ochomiles que le quedan al nepalí para completar su Project 14/7.
El alpinista nepalí ya piensa en nuevos objetivos para cuando termine su proyecto de ascender los catorce ochomiles en 7 meses de 2019. Apunta que la financiación sería el mayor obstáculo.
Messner publicó ayer una columna en ‘La Gazzeta dello Sport’ en la que valora la frenética actividad himalayística de Nirmal Purja. «Veremos cuándo alguien puede ser tan rápido y resistente sin oxígeno artificial. Mientras tanto, él y los shepas demuestran con hechos que los escaladores nepaleses ya no tienen mucho que aprender. Como en el siglo XIX sucedió con los guías en los Alpes».
