Entre las montañas más altas de la Sierra de Guadarrama se encaja un valle espectacular que es el espacio natural más amplio, exclusivo y de mayor riqueza natural de toda la Comunidad de Madrid; un valle que merece con justicia ostentar el título de Perla de Guadarrama.
La perla de Guadarrama
ALTO VALLE DE LOZOYA
La Sierra de Guadarrama muestra la forma de una Y con sus brazos extendidos hacia el noroeste. Entre ellos se encaja un valle espectacular que es el espacio natural más amplio, exclusivo, mejor conservado y de mayor riqueza natural de toda la Comunidad de Madrid. Es el Alto Valle de Lozoya, al que podemos denominar con total justicia la Perla de Guadarrama.
Texto: Grandes Espacios fotos: varios autores
La cuna del río Lozoya
DE COTOS AL PAULAR

El puerto de los Cotos, cabecera del Valle de Lozoya por el oeste, es uno de los lugares más populares de la Sierra de Guadarrama. Allí comienzan algunas de las rutas más frecuentadas de la sierra, como la que sube hasta la Laguna Grande de Peñalara, un camino que se llena de excursionistas en cualquier época del año. Muchos menos caminantes encontraremos en la ruta que proponemos y que ha de llevarnos hasta El Paular, otro de los hitos del valle.
El matusalén de Guadarrama
TEJOS DE BARONDILLO

El tejo no es un árbol muy común en la Sierra de Guadarrama. Por este motivo es aún más emocionante descubrir que el árbol guadarrameño más anciano es un ejemplar femenino de esta especie. Vive junto al arroyo de Valhondillo, a los pies de Cabeza de Hierro Mayor. Los especialistas datan su edad entre los 1500 y los 2000 años. O lo que es lo mismo, ya estaba allí cuando los romanos construían la calzada de la Fuenfría. Al pensarlo, un escalofrío recorre la espalda.
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Javier Carballo.
Icono de Guadarrama
CASCADAS DEL PURGATORIO

La garganta del Purgatorio y sus cascadas son un icono de la Sierra de Guadarrama. Reproducidas hasta la saciedad en postales, libros, pósteres y camisetas, es lógico que reciba muchas visitas, en especial durante la primavera, cuando las nieves de La Najarra engordan el arroyo Aguilón y los saltos de agua se encabritan y espuman. La ruta más habitual comienza en El Paular y está señalizada por el Parque Nacional. Pero hay otros modos de llegar hasta ellas sin tanto barullo. He aquí una de ellas.
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Javier Carballo.
El río que nos lleva
CAMINO NATURAL DEL LOZOYA

El Camino Natural del Lozoya es un itinerario “verde” que sigue el curso del río Lozoya desde El Paular hasta El Cuadrón. El camino, preparado en su día por el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, se compone de una ruta principal de 32 kilómetros que une los pueblos del valle alto, y seis ramales complementarios que visitan puntos de especial interés.
Texto: Dioni Serrano Fotos: Varios autores
Clérigos poetas y venteras con reaños
PUERTO DE MALAGOSTO

Puede parecer mentira que un collado a 1930 metros de altura, tan abierto a todos los vientos y tan poco amigable que se ganó el nombre de Malagosto, fuera durante siglos el paso más utilizado por los vecinos del Valle de Lozoya para ir a resolver sus asuntos a la capital segoviana, pero así es la Historia, aunque cuesta creerla viendo y sintiendo la soledad que se siente hoy en este apartado collado carpetano.
Fotos: Lola Martínez y Dioni Serrano. Texto: Dioni Serrano
Encanto serrano
PUEBLOS DEL ALTO LOZOYA
Desde Rascafría hasta la autovía A-1, un rosario de pueblos humaniza el Valle de Lozoya. Son pueblos que hunden sus raíces en la Edad Media en algunos casos y que, a pesar de la presión urbanística que ejerce la cercana capital, han conservado cierto encanto serrano. Los caminos vecinales que los comunican nos dan la oportunidad de hacer una bonita excursión que combina campo y casas de piedra.
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Javier Carballo.
Érase una vez…
RUTA DE LOS OFICIOS

Hubo un tiempo, cuando el turismo y la fibra óptica no existían, y viajar fuera del valle era una ardua empresa, en el que los lozoyanos tenían que apañárselas para vivir casi en autarquía fabricando su cal, su carbón y su harina. Fue un tiempo de oficios apegados a la tierra que hoy son cosa del pasado. Una corta excursión que comienza en Pinilla del Valle nos ayudará a tomar conciencia de aquellos esforzados trabajos; una caminata didáctica a más no poder, muy recomendable para hacerla en compañía de los más jóvenes de la casa.
Texto y fotos: Dioni Serrano
La cumbre apartada
PICO EL NEVERO
La alta montaña de Guadarrama no termina en Peñalara. Hacia el este, el cordal de los Montes Carpetanos continúa hasta el puerto de Somosierra contando con varias cumbres de más de dos mil metros. De entre todas estos resalta el Pico del Nevero, tanto por su altitud, como por las hoyas glaciares que tiene en su base. Un objetivo a tener en cuenta y a salvo de las multitudes que asaltan a sus hermanos mayores.
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Varios autores.
El bosque forastero
VIVERO DE LA CEBEDILLA
Dentro del pinar que cubre la parte baja del Nevero, a un tiro de piedra del puerto de Navafría, vive un grupito de árboles que –salta a la vista– son diferentes a todos los que les rodean. Son siete coníferas foráneas plantadas en el siglo XIX por los ingenieros forestales que repoblaron el valle; siete rarezas botánicas que lograron arraigarse y sobrevivir, y que piden a gritos ser cuidadas y protegidas por todo lo alto.
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Javier Carballo.
Historia pasada por agua
RUTA DE LOS PUENTES MEDIEVALES

El río Lozoya da nombre al largo valle que le ve y oye fluir desde los pies del pico Peñalara hasta que rinde pleitesía al río Jarama en la linde con Guadalajara. En su curso, y en el de alguno de los arroyos que lo alimentan, se conservan varios puentes que llevan muchos siglos viendo pasar el agua bajo sus arcos.
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Javier Carballo.
Cacería fotográfica
MIRADORES DEL ALTO LOZOYA

El Cerro de la Cruz no está entre las cumbres top del Valle de Lozoya. Supera por poco los 1500 metros de altitud y pasa desapercibido entre tanta montaña. Sin embargo, su situación en el centro del valle, lo convierten en un estupendo mirador de este y, en especial, del embalse de Pinilla y su entorno. ¿Qué más argumentos necesitamos para darnos un garbeo por él?
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Javier Carballo.
El Niágara carpetano
CHORRO DE SAN MAMÉS Y REAJO ALTO
A partir del Nevero y hasta el puerto de Somosierra, los Montes Carpetanos se resuelven en una sucesión de suaves cumbres que van perdiendo altura y prominencia según se aleja hacia el este. La más importante de todas es el Reajo Alto, que alcanza los nada despreciables 2109 metros de altitud. Lo más interesante de esta montaña no es su cima, que pasa desapercibida, sino el amplio anfiteatro donde manan las aguas que alimentan el chorro de San Mamés, una cascada que pasa por ser la más larga y alta de la Comunidad de Madrid.
Texto y fotos: Dioni Serrano
Dos nombres, dos caras
MONDALINDO
La Cabeza del Cervunal, más conocido como Mondalindo, es la más alta de las cumbres que forman lo que algunos llaman Cuerda de las Cabezas, el cordel montañoso que es la continuación natural de Cuerda Larga por el este. Por sus suaves formas, la sierra tiene poco interés montañero –salvo para los escaladores, que tienen en la vertiente sur una escuela con decenas de vías equipadas– pero siendo el límite del Alto Valle del Lozoya por el sur ofrece unas vistas fabulosas muy apreciadas por los cazadores de amaneceres y atardeceres.
Texto: Javier Carballo / GE. fotos: Javier Carballo.