EXPLORANDO

Rosa Fernández, la más madrugadora

Este año, la primera persona que hizo cima en el Everest fue una tenaz mujer asturiana. De cómo lo logró y de más cosas habla en esta entrevista.

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Rosa Fernández tiene 45 años. A las 4.40 de la madrugada del sábado 21 de mayo se convertía en la primera persona que llegaba a la cumbre del Everest en 2005. No lo hacía, además, por la tradicional cara sur, sino por la menos frecuentada y mucho más fría cara norte. Rosa es una persona pausada y reflexiva en la conversación, y que tiene muy claros sus objetivos y los motivos por los que va a la montaña, que van mucho más allá de lo meramente deportivo. Ya está preparando su próxima expedición: al Sisha en solitario.

La asturiana Rosa Fernández.<br /> Col. Rosa Fernández.» src=»http://static.desnivel.com/images/2005/08/17/rosa_fer01_p.jpg» /></a><span>La asturiana Rosa Fernández.<br /> Col. Rosa Fernández.</span></div> <p><b>Empezando un poco por tus inicios ¿cómo empezaste a ir a la montaña?</b><br /> Bueno, yo nací en un pueblo de montaña, en Asturias, y se puede decir que la montaña estaba ya dentro de mi mundo desde siempre, aunque luego hubo una temporada larga en la que no hice nada de montaña. Más tarde, ya con 25 años empecé a ir al monte de nuevo, impulsada un poco por la gente con la que me movía. Hice las típicas salidas de Picos, Pirineos, Alpes y ya en el año 97 di el salto a la Cordillera del Himalaya, donde hice mi primer ochomil, el G2, con un grupo de amigos, que ya habían estado antes en el Everest y en el Cho Oyu, con lo cual pues fui para allá un poco «arropada» por ellos. Ése fue mi primer proyecto importante.</p> <p> <b>Luego hiciste el año pasado el Makalu y ya esta primavera este año te convertiste en la primera persona que llegó a la cumbre del Everest ¿qué supuso esto último para ti?</b><br /> Bueno para mi fue algo muy importante, que no sé cómo explicar. Yo ya había estado en el Everest en 2003, el año del cincuenta aniversario. Ese año yo ya quería ser la primera en subir, de hecho salí con el primer grupo, el 20 de mayo, pero hubo una tormenta fortísima y nos tuvimos que dar todos la vuelta. Y este año la verdad es que yo había pensado todo lo contrario; había dicho «voy a esperar a que un grupo haga cumbre y a estar preparada para subir al día siguiente, no voy a arriesgarme a ser la primera para no quedarme sin cumbre otra vez». Lo que pasa es que se dieron una serie de circunstancias y al final fui la primera en subir. Fue una sensación muy grata, pero eso también te pasa aquí en invierno, cuando subes a una cumbre y ves que no hay huellas, que eres el primero.</p> <p> <b>¿Crees que ha tenido la repercusión que se merece?, ¿o no?</b><br /> Bueno, allí sí que tuvo mucha repercusión. Nada más llegar al campo base ya recibimos llamadas de diferentes páginas webs de países de habla hispana y de emisoras de radio y televisiones de diferentes lugares. Hombre, es probable que si la expedición hubiera sido más mediática sí que hubiera tenido más repercusión.</p> <p> <b>Oye, ¿y por qué elegiste la cara norte?</b><br /> Bueno, a mí me acompañó Dawa, un serpa de Nepal, que ya me acompañó el año pasado en el Makalu. Yo tenía mis dudas, porque siempre escuchas que la cara norte es mucho más difícil, pero Dawa, que ya había subido dos veces por la cara norte me dijo que era mucho más segura e incluso más fácil que la sur. Él estaba convencido de que íbamos a alcanzar la cumbre por la norte. Yo te puedo confirmar que es una ruta más segura. Técnicamente tiene el llamado «segundo escalón», que es el que es duro, pero es duro al principio que no tiene escalera, pero será menos duro cuando lleguen las expediciones grandes y la monten. Yo desde luego, prefiero la ruta norte, me parece mucho más segura. No tienes riesgo de avalanchas, ni de caída de piedras, lo que es una ventaja con respecto a la sur.</p> <p> <b>Y habría menos problemas de aglomeración de gente además ¿no?</b><br /> Bueno, no te creas. Yo creo que había tanta o más que por la sur. Y en el collado norte llegó un punto que las tiendas estaban montadas unas encima de otras. Tremendo. Había incluso una expedición que sólo ella llevaba 45 ó 50 sherpas, su campamento era como una pequeña ciudad.</p> <p> <b>¿Cuál fue el peor momento de la expedición?, ¿hubo algún momento en el que vieras peligrar la cima?</b><br /> Sí, en el segundo escalón tuve que esperar cerca de hora y media a que colocaran unas cuerdas nuevas, porque allí sólo quedaban unas cuerdas viejas del año pasado y hubo unos rusos que se dieron la vuelta y me dijeron «te vas a congelar». En ese momento, mire para atrás y vi que ya no iba quedando nadie y que todo el mundo se estaba dando la vuelta. Ése momento fue un poco crítico, pero yo tenía muy claro que quería llegar arriba.</p> </p> <div class=Rosa, en el Himalaya, con su bici.<br />Col. Rosa Fernández.» src=»http://static.desnivel.com/images/2005/08/17/rosa_fer02_p2.jpg» /></a><span>Rosa, en el Himalaya, con su bici.<br />Col. Rosa Fernández.</span></div> <p><b>Y tenías planeado que la aproximación al base fuera en bici ¿no?</b><br /> Sí, pero al final no pudo ser. Yo ya había estado en el Himalaya en bici en 2002 y dije «bueno, quiero volver en bici y escalar la montaña». El caso es que me iba a acompañar un amigo que al final no pudo venir y como no dan permisos a una sola persona en el Tíbet, pues al final me quedé con las ganas de hacer el acercamiento en bici, porque hubiera sido mucho más guapo.</p> <p> <b>Y además hubo dificultades para lograr financiar la expedición ¿no?</b><br /> Sí, ya en la expedición de 2003 me lo tuve que pagar todo yo y eso que era un proyecto interesante: era el cincuenta aniversario de la primera ascensión a la montaña, era una mujer, me iba sola, una serie de cosas que lo hacían interesante a priori pero que a la hora de la verdad, nada. Y este año ha podido llevarse a cabo la expedición gracias a Chechu Rubiera, a Manolo Bustos, a Fernando Alonso, a toda una serie de deportistas asturianos que me han apoyado. Yo los conozco, salgo con ellos en bici, a veces también nos vamos al monte juntos y, bueno, ellos saben también cómo es Rosa, cómo funciona, se volcaron conmigo y conseguimos que todo saliera adelante. Fue gracias a que Fernando Alonso pusiera sus camisas, Chechu sus maillots, se subastó y así pudo ser.</p> <p> <b>¿Crees que has tenido quizá más dificultades por el hecho de ser mujer para lograr todo esto?</b><br /> Igual a la hora de lograr patrocinios alguien piensa «ésta lo tiene más difícil para llegar a la cima que un hombre, a dónde va ella sola» . Pero luego, en la montaña, todos somos iguales, eres uno más. Por otra parte, nunca he notado machismo en las expediciones.</p> <p> <b>Al no dedicarte exclusivamente a esto ¿cómo haces para compatibilizarlo con tu trabajo, para entrenar, para poder marcharte a las expediciones?</b><br /> Bueno, tengo suerte, porque al tener un negocio familiar me puedo permitir el irme cuando quiero, si no sería completamente imposible.</p> <p> <b>Y ¿cuáles son tus proyectos futuros?</b><br /> Pues es posible que intente la cumbre principal del Sisha Pangma el año que viene, pero con la aproximación al base con la bici, si no es con la bici no, porque es una montaña que se puede ir al base con la bici y ya que este año no pudo ser pues al que viene me gustaría. En principio voy a subirla sola pero no me importaría compartir la expedición con alguien. Además, quiero una montaña un poco «más pequeña» que las anteriores, que me han obligado a estar en ellas dos meses y han sido muy duras.</p> <p> <b>Y para finalizar ¿cuál dirías que es el motivo por el que vas a la montaña: deportivo, estético, espiritual…?</b><br /> Bueno, yo si vuelvo a Nepal es, por ejemplo, porque la familia de Dawa se ha convertido ya en mi segunda familia. Yo de hecho prometí traerle aquí, pero no pudo venir porque se murió su padre. Así que si vuelvo allí es también por la gente, ya que como te digo tengo allí mi segunda casa y mi segunda familia. Esto me ha influido muchísimo.</p> </p> <p>  </p> </p> <div class=
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