Por el año 93, un chaval de Elda, en Alicante, daba sus primeros pasos en la escalada deportiva gracias a las actividades del club alpino de su localidad. José Luis Palao «Primo», siempre pegado a unas gafas bajo las que se mueven unos ojillos que lo captan todo, no tardó en encontrar el placer al atarse el ocho y maltratar sus yemas contra la roca viva. Conserva muchos recuerdos de aquel primer contacto: «Los primeros viajes con mi tío José Luis a Sella, ¡menuda nos calló!, mis primeras competiciones de escalada allá por el 94, a las que me llevaba mi tío Mere, y uno de mis primeros viajes al Castillo de Bayuela, con mis primos, Luis Alfonso Félix y un par de amigos de Ávila. ¡Vaya «peos» se agarraron! Conducciones sin carnet… (porque el que tenía no podía ni moverse), y yo con 13 años. Aprendí mucho». Una década y media después, habiendo absorbido la lecciones de escaladores de toda la geografía nacional, convertido en un peregrino de la cuerda que dejó Elda para vivir un tiempo peregrinando por las escuelas de nuestro país, compartir casa con Luis Alfonso, y más tarde volver a la carretera encontrando en Cuenca su refugio más habitual, José Luis ha logrado establecerse en el escalón del 8c y sigue superándose, pensando ya en asomarse a la puerta de la novena dimensión.

Sus últimos rotpunkts, Terapia de grito o Suma Zero, dos «ochocés» de Cuenca llegaron para recordarnos la perseverancia de «Primo». Quisimos que fuera Luis Alfonso Félix, mentor, amigo y compañero de fatigas en la mencionada escuela manchega y en las noches de parranda, quien le entrevistara. Puede que solo Luis Alfonso fuese capaz de escudriñar al auténtico José Luis Palao. Este ha sido el resultado.

¿Cómo definirías al José Luis actual (deportivamente hablando), y qué has perdido o ganado con el José Luis de hace unos años?
Pues el actual es una persona más centrada en la escalada y las competiciones, pero que como diría alguno «tristea» un poco, cuida la alimentación, y todas esas cosas. Se ha dado cuenta que llegar a un cierto nivel cuesta mucho y es sacrificado. Y con el José Luis de hace años ha ganado más que ha perdido, pues el de antes era un chico que escalaba, pero era un poco más dejado, no le importaba estar un día sin escalar y hacer polvo todo una semana de entreno y de escalada por una noche de lujuria
Llevas muchos años en esto de escalar, ¿cómo crees que ha sido la evolución en todos estos años y hacia dónde nos dirigimos?
¡Pues macho, no tengo ni idea!, yo cada vez alucino más con esto: como quien dice es un deporte nuevo y mira donde estamos llegando. Imagínate de aquí a unos diez años la evolución que van a generar las nuevas hornadas de escaladores. No sé exactamente a dónde nos dirigimos, pero seguro que muy lejos, de todas maneras hay que vivir el día a día y escalar cada uno como pueda o como quiera, sin fijarse en los demás y sin comparase con nadie, porque si no más de uno va «apañaó».
Con respecto a la competición, ¿qué ocurrió en Sevilla?
Qué te voy a contar que la gente ya no sepa. Tú imagínate un muro de 12 metros con un desplome de metro y medio de ancho y ¡venga! a competir en el Campeonato de España o más bien en la granja escuela de la escalada. Luego se sucedieron las protestas de los escaladores contra las últimas competiciones que se están haciendo en España, lo que desembocó en amenazas contra escaladores por parte de federaciones, esponsores… ¡Vaya peña mas chapuza! Luego no me enteré de mucho más por que nos fuimos a aprovechar el tiempo y escalar en la Muela con Javi, Patxi y Ekaitz y bebernos unos litros y comernos unas pastas típicas de allí, eso fue lo mejor de toda la competición y con lo que me quedo.
¿Cómo mejorarías la competición?
Pues si dependiese de mí, mejoraría instalaciones para competir, pondría mejores buenos muros… Hacer campeonatos como los de antes con vías a vista y ensayada. imagino que cada uno tendrá algo que decir, pero en lo que coincidimos todos es en los muros, que han sufrido una involución en las competiciones. Así pasa, antes competían 80 personas en un Campeonato de España y ahora 25 o 30, menos gente que en una competición de barrio.
¿Te motiva por igual competición y roca?
Pues si te digo la verdad prefiero la roca, pasar más tiempo en la montaña y probando vías que compitiendo, aunque la competición siempre tiene lo suyo, ese gusanillo que te corre por la barriga y esos colegas que viven lejos de donde tu vives y ves en las «compes»… y tu regreso siempre por la noche con esos colegas después de cada competición.
¿Cómo ves el panorama actual en roca?
Pues lo veo de «puta madre», bueno yo no, que para eso tengo gafas. Creo que cuando la gente que es puntera en las competiciones las dejen un poco de lado se verá realmente cual es el nivel de escalada en el que estamos y creo que alucinaremos con las grados que se propondrán y se escalarán. Para eso no debe faltar mucho ya.
«Hay que vivir el día a día y escalar cada uno como pueda o como quiera, sin fijarse en los demás y sin comparase con nadie, porque si no más de uno va apañaó».
¿Qué opinas de las combinaciones de vías, sobre todo si son reseñables?
Combinaciones.. ¡para eso esta la bonoloto! No entiendo como gente que tiene cientos de vías por hacer, puede estar dándole pegues a combinaciones de unas vías con otras y luego tener la cara dura de apuntarse un grado. Puedo entender que lo haga gente como Dani Andrada, que tiene un 90% de vías hechas en España o gente a quien no le queden más vías en un sector y se dedique a entrenar en esas combinaciones, porque no tiene más, pero para eso están los plafones, donde puedes hacer todos los combos que quieras.
Venga mójate, ¿quien es el mejor escalador del mundo?
Para mí, Dani Andrada, por todos los años que lleva al más alto nivel. Dani, estarás orgulloso, eres el mejor en todas las entrevistas. ¡Dani, haz La Rambla!
¿Y el peor?
Pues espera que voy a ver el ranking de la ultima Copa del Mundo. Igual si el Papa se pusiese a escalar…
¿Cuál es tu escuela preferida?
Sin ninguna duda es Cuenca: vías buenas, bares buenos, buen ambiente, lo tenemos todo.
Grado apretado o «vidilla», ¿que prefieres?
Pues grado «apretao» siempre o grado Potemkin. Que es la vía con lo que se compara todo últimamente.
¿Qué escaladores te han influenciado y a cuáles admiras?
Pues escaladores que me han influenciado en mi forma de escalar y de los que he aprendido mucho son, como no, tú Luisito, todo un maestro en el arte de escalar, y Pablito (Barbero), menos maestro pero con más fuerza, así que de éste poco aprendo en lo que a escalada se refiere. Y mi fuente de inspiración, aparte de los mencionados ya, Agustín Alarcón (bueno, con este nos inspiramos más por la noche) el Bolo y el Vera, que es de mi pueblo.
Acaba estas frases:
Dejaría de escalar por… que me aburra.
Me pegaría la real fiesta si… Luisito hiciera Leire, 9a de Cuenca.
Dudaría del grado de una vía si… lo propone Dafnis Fernández. Sería más dura seguro.
Me rodearía de mujeres de dudosa reputación si… Agustín hiciese Nuria, 8c de Cuenca.
Todos los escaladores que me rodean son… mis mejores amigos.
Para terminar… ¿cuáles son tus proyectos?
Pues de momento encontrar un curro que este mes se me acaba el paro. Y los de escalada a corto plazo: Potemkin (8c+), en Cuenca, y para el año que viene seguramente sea El Intento 8c+/9a, de la misma escuela. En competiciones, como no cambie la cosa, poco competiré ya.
Entrevista realizada por Luis Alfonso Félix.