Desde el primer contacto con la prenda destaca su resistencia, con un tejido exterior que resiste frente a los roces, el viento y el agua, sin dejar de ser cómoda.

Está confeccionada con tejido propia G-1000, que además de su resistencia tiene el valor añadido de su sostenibilidad, pues está fabricado con poliéster reciclado y algodón de cultivo orgánico.
Como particularidad, utiliza un sistema de encerado que permite adaptar la chaqueta al nivel de actividad y las diferentes condiciones meteorológicas que nos encontremos, a la vez que mantiene durante más tiempo las características óptimas de la chaqueta. Para una mayor durabilidad el fabricante recomienda adquirir la cera de Groenlandia, y llevar a cabo el procedimiento de impregnación de la prenda y posterior calentado (viene detallado en una etiqueta interior).

Durante las pruebas también ha demostrado una transpirabilidad elevada, evitando la humedad interior, una cualidad que la hace compatible con temperaturas variables, aunque no es una chaqueta a utilizar en momentos de mucho frío.
La cremallera tiene doble cursor, así como solapas de protección tanto interna como externa, y botones a presión, logrando por tanto un buen aislamiento.
El corte recto y los paneles elásticos de las axilas (compuestos por diferente material que el resto de la chaqueta) ofrecen una gran libertad de movimientos. También interesante es la disposición de sus seis bolsillos, todos los externos (excepto uno interno) con cremallera, y el resto con una tela bastante resistente, con los acabados con detalles en cuero que le dan un toque de elegancia.
PVPR. 259,95 €.
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info: www.fjallraven.com
Por MIGUEL ESCRIG
Técnico Deportivo en Media Montaña, Técnico Deportivo en Esquí Alpino, formación en avalanchas y nivología. Asentado en el Pirineo, es un entusiasta de los deportes de montaña.