Si pensamos al azar en un producto del catálogo de The North Face, es fácil que entre las tres primeras cosas que se nos ocurran esté la Base Camp Duffel. Todo un icono que se ha ganado a pulso su buena fama desde su lanzamiento en 1986. Si bien ha ido cambiando con los años, la esencia de esta mochila no ha cambiado en absoluto: funcionalidad, pero sobre todo durabilidad y resistencia. Es casi imposible encontrar a un propietario de una Duffel que la haya tenido que jubilar por desgaste, a pesar de los años, los viajes, los kilómetros y los maltratos sufridos.
Diseñada originalmente en 1978 como una bolsa de vinilo hiperresistente, en 1986 se le añadió la base de Nylon balístico que terminó de conformar un conjunto redondo. Desde entonces ha sido imitado hasta la saciedad por numerosas marcas del sector, como se suele decir: “Algo tendrá el agua cuando la bendicen”.
Comercializada en seis tamaños diferentes, hemos tenido la ocasión de probar la versión talla S, de 50 litros de capacidad. Inicialmente resulta especialmente práctica al tener las dimensiones justas para ser tratado como equipaje de cabina, evitando tener que facturarla al viajar en avión.
Su diseño tubular, sencillo y sin excesivos compartimentos, hace que aprovechemos al máximo sus 50 litros de capacidad. Tiene un bolsillo interior de rejilla y uno exterior con cremallera. Viene además en un saco de malla para guardarla comprimida cuando no la estemos usando.

Está diseñada para ser transportada bien con la mano con las asas o bien en la espalada con sus dos tirantes acolchados y regulables que pueden ser retirados si así lo deseamos. No se trata de una mochila para llevar en la espalda durante largas jornadas, pero se agradecen sobre todo en zonas donde las ruedas de los habituales trolleys no sirven para nada y en trayectos no muy largos o técnicos. Además, tiene asas en los 4 costados para facilitar su transporte y almacenaje.
Por sus medidas, es apta para llevar como equipaje de cabina en los aviones para la mayoría de compañías aéreas (comprobar siempre las medidas permitidas en cada caso).
Como corresponde a los tiempos que vivimos, los materiales con los que se fabrica son reciclados, aunque esto no parece que haya afectado a su tradicional resistencia. Además presenta un acabado hidrófugo (DWR) que aumenta la protección frente a una lluvia ligera y está fabricado con criterio sostenible, sin incluir los contaminantes PFC.

En resumen, todo un clásico que no deja de estar al día, adaptándose a los nuevos criterios de sostenibilidad, pero manteniendo toda su esencia. Estamos seguros que seguirá siendo un producto de referencia en la gama de mochilas para viaje y aventura.
Test realizado por Daniel García Calderón, guía de montaña (empresa FreekGuides) y miembro del equipo de probadores de Desnivel.
Ficha técnica:
- Fabricante: The North Face (EEUU).
- Actividad recomendada: Viajes.
- Materiales: Cuerpo principal: PVC Reciclado sin compuestos Ftalatos de 1000D, con acabado hidrófugo duradero (DWR) sin perfluorocarburos (PFC). Base: Nailon balístico reciclado ee 840D con acabado hidrófugo duradero (DWR) sin perfluorocarburos (PFC).
- Peso: 1.230 g.
- Tallas: de XS a XXL.
- Colores: disponible en multitud de colores.
- PVP aprox: 120€
- Más informacion en la web de The North Face.