La semana pasada informamos del rescate llevado a cabo por Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza en el campo 3 del Gasherbrum II. Allí llevaba días bloqueado tras descender de la cumbre el italiano Valerio Annovazzi, al que salvaron la vida ayudándolo a descender. Los vascos contaron la historia en el momento en que emprendían el regreso a casa tras no haber conseguido sus objetivos en la montaña.
Ahora es el propio Valerio Annovazzi quien narra cómo sucedieron las cosas, en declaraciones a la página web italiana Montagna.tv. Básicamente, el alpinista transalpino agradece la ayuda de los vascos y reconoce que no hubiera sobrevivido sin ellos, aunque también corrige lo publicado en el sentido de que no siente que fuera abandonado por su grupo, ya que no formaba parte de ningún grupo formal, sino que cada uno fue para arriba por su cuenta.
El testimonio de Annovazzi
Ahora está bien. Lo que sin embargo me ha molestado es que se haya escrito que fui abandonado por el grupo: yo no fui abandonado por nadie. Hice la cumbre junto a los otros que estábamos con Lela Expedition, pero cada uno iba por su cuenta.
Después de la cima, regresamos al campo 3; eran más o menos las cinco de la tarda. La mañana siguiente, me retrasé y cuando me desperté los otros ya habían salido, no sé cuánto tiempo antes, y me quedé allí, solo, pero no fui abandonado. Después, cuando decidí animarme, llegó el mal tiempo y quedé bloqueado tres días a 7.000 metros sin comer ni beber. Intenté desceder cuando vi que clareaba, pero no lo pude hacer, ya no tenía fuerzas; incluso para llegar al campo 2 es un camino empinado.
No quiero que se eche las culpas a nadie. No éramos un grupo que iba a hacer la cumbre conjuntamente. No éramos una expedición, éramos varios alpinistas de diferentes nacionalidades. Ni tan siquiera teníamos el campo base en común. Todos íbamos con Lela Expedition, pero no éramos una expedición, cada uno iba solo.
Quiero agradecer a los tres vascos que vinieran a recogerme al campo 3. Cuando llegaron, me dieron agua y sales; me recuperé y bajamos al campo 2. Tengo que ser sincero, después de tres días, no hubiera conseguido descender solo.