Actualización del 15/09/2021
Buenas noticias desde el Rakaposhi. Los tres alpinistas con problemas han podido ser rescatados esta mañana por un helicóptero militar. Los checos Jakub Vlcek, Peter Macek y el pakistaní Wajidullah Nagri ya se encuentran a salvo, pendientes de los reconocimientos médicos.
Anoche, consiguieron descender por su propio pie hasta los 6.200 metros, donde decidieron detenerse debido al deterioro de la visibilidad –ya de noche– y a la presencia de grietas. Allí tuvieron que vivaquear con lo puesto y esperar al amanecer.
Inicialmente, parecía que se verían obligados a continuar bajando hasta 5.800 m o 6.000 m, y para apoyarles había un fuerte equipo de guías pakistaníes preparado, al que se había unido a última hora Sajid Sadpara. Sin embargo, los pilotos del único helicóptero militar disponible hoy han decidido intentar evacuar a los alpinistas desde aquella posición y lo han conseguido.
No sin momentos de tensión, pues las maniobras de evacuación han vivido momentos dramáticos. El aparato ha volado hasta tocar levemente la montaña, para que los alpinistas subieran a bordo. Por la extrema altitud a la que operaban, solamente podían subir dos personas en un primer viaje y así lo han hecho Wajidullah Nagri y Jakub Vlcek. Sin embargo, cuando el helicóptero se disponía a partir de nuevo, Peter Macek ha saltado al patín, desequilibrando el aparato. Los pilotos han conseguido estabilizarlo y acercarlo a la montaña para que Macek volviera a tierra y esperara a un segundo vuelo.
Finalmente, los tres están en tierra donde, además del tratamiento médico que necesiten, deberán lidiar con un importante desaguisado burocrático, por el hecho de escalar sin permiso de ascensión. En el rescate, se han visto involucrados cinco pilotos de helicóptero militares que han realizado una decena de vuelos; ocho fuertes guías pakistaníes que se han trasladado hasta los pies de la montaña; e incluso el responsable de turismo del gobierno de Gilgit-Baltistán. Sin duda, la factura no será barata.
Noticia publicada el 14/09/2021
El pasado 8 de septiembre surgió una inesperada noticia desde Pakistán. Una cordada de tres alpinistas, formada por los checos Jakub Vlcek, Peter Macek y el pakistaní Wajidullah Nagri alcanzaba la cumbre del Rakaposhi (7.788 m). Algunas fuentes locales aseguraban incluso que lo habían hecho por una nueva ruta. Y fue inesperada porque no existía ninguna información previa acerca de esta expedición, que resultaba no disponer de permiso de ascensión oficial.
Dos días después, el 10 de septiembre, saltó la alarma. Los tres alpinistas no habían completado el descenso. Se hallaban bloqueados en un hombro de la arista suroeste, a unos 6.900 metros de altitud. El mal tiempo y las condiciones peligrosas de las vertientes, con elevado riesgo de avalanchas, los habían detenido allí. Además, se sospechaba que podían sufrir problemas de salud que posteriormente se confirmarían: uno de los checos estaba aquejado de mal de altura y el otro descendía con congelaciones.
Conflicto diplomático
La petición de ayuda de los montañeros chocó inicialmente con el hecho de que no habían tramitado el preceptivo permiso de ascensión. La embajada checa tuvo que intervenir y estableció contactos con el gobierno de Pakistán, además de aportar la solvencia de una seguradora de Praga.
El acuerdo no ha borrado, de todos modos, la corriente de críticas vertidas desde fuentes pakistaníes contra los alpinistas en apuros, a quienes se califica de irresponsables. Mucho se ha debatido en el país asiático sobre la idoneidad de arriesgar vidas e invertir recursos cuando ellos no habían respetado las reglas.
Intentos infructuosos
Una vez iniciada la operación de rescate, se estudió la forma de ayudar a Jakub Vlcek, Peter Macek y Wajidullah Nagri con helicópteros militares y fuertes guías de montaña. Los aparatos no están preparados para volar a esa altitud y mucho menos aterrizar para rescatar a los tres alpinistas.
La siguiente idea fue disponer de un helicóptero rebajado de peso para intentar elevarse por encima de la arista y utilizar una long-line para descenderlos. Sin embargo, la combinación de viento y altitud extrema no hicieron posible esta opción.
Otra opción era transportar a los experimentados Abdul Joshi y Karim Hayat hasta la mayor altitud posible (unos 6.000 metros) y depositarlos en la arista para que prestaran la ayuda directa desde el suelo. El viento tampoco permitió que se llevara a cabo esta operación.
El último cartucho del día era intentar lanzar unos paquetes con cuerda, comida y agua sobre la tienda a 6.900 metros, para ayudar a que los tres alpinistas pudieran intentar retomar el descenso por su cuenta. Los primeros intentos tampoco fructificaron.
Mientras tanto, alpinistas bien aclimatados en otras montañas de Pakistán se ponían a disposición del equipo de rescate para intentar una operación terrestre. Fue el caso de los georgianos Archil Badriashvili, Giorgi Tepnadze y Baqar Gelashvili, recién descendidos del Saraghrar Noroeste (7.300 m).
Inician el descenso
Este martes 14 de septiembre, las condiciones han mejorado y, finalmente, un helicóptero ha podido hacer llegar un paquete con víveres y cuerdas a los tres alpinistas bloqueados. Jakub Vlcek, Peter Macek y Wajidullah Nagri han recuperado algo de fuerzas y han retomado el descenso. Según las últimas informaciones, habían alcanzado ya los 6.500 metros. El objetivo es que puedan llegar hasta los 5.800 metros, donde podrían recibir más ayuda.