Una potente escuadra rusa ha abierto una nueva ruta en plena cara norte del Thalay Sagar (6.904 m), una preciosa montaña en pleno el Himalaya indio, según informa Mountain.ru. Sergey Nilov, Dmitry Grigoriev y Dmitry Golovchenko comparten cordada desde 2013 y cada año realizan una expedición de mérito en el Himalaya. De hecho, en los dos últimos años sus logros han sido reconocidos en la big list de los Piolets d’Or: en 2015, por la apertura de War and Peace (1.350 m, ED, 6b, A2, M6) en estilo semi-cápsula a la cara este-sureste del Kyzyl Asker (5.842 m, China); y en 2016, por la primera ascensión al Sedoy Strazh (o Byeliy Este, 5.481 m, China) a través de Devjaty val (1.230 m, 6B) a la cara noreste, actividad que fue galardonada con el Piolet d’Or de Rusia.
Este mes de septiembre, tenían fijado su objetivo inicial en Nepal, sin embargo tuvieron que tirar de plan B y se fueron a por una de las más famosas cumbres del Garhwal indio. Vale la pena recordar que esa fue la vertiente en la que Álex Txikon, Ekaitz Maiz, Daniele Nardi, Félix Criado, Adrián Legarra y Txus Lizarragasu abrieron una nueva variante sin cima en septiembre del año pasado. La idea de los tres rusos era realizar la primera ascensión de la cara norte del Thalay Sagar sin usar hamaca, sino una tienda de dos plazas.
«Cuando examiné por primera vez el Thalay Sagar, estaba bastante seguro de que el pilar a la izquierda del couloir central había sido ya escalado. Sin embargo, Lindsay Griffin me mandó una fotografía mostrando todas las líneas y resultó que sólo había sido escalado en parte, sorprendentemente! La decisión no requirió mucho tiempo», explica Dmitry Golovchenko.
Después de superar una serie de obstáculos antes incluso de llegar al campo base, quedaron sorprendidos al encontrarse allí con un amplio grupo del ejército indio, de 24 miembros, que tenían el ojo puesto en la ruta clásica del Thalay Sagar. Sin embargo, Sergey Nilov, Dmitry Grigoriev y Dmitry Golovchenko iban a por algo muy diferente, como el propio Golovchenko describe:
Nuestra ruta empieza desde una grieta entre el hielo y la roca. Los primeros 500-600 metros son en una pendiente empinada de hielo y nieve. Luego afrontas un primer bastión, roca vertical con una serie de fisuras rellenas de hielo. Nos llevó dos días escalar 200 metros. Debido al viento y a las condiciones meteorológicas, incluso las partes verticales estaban cubiertas de nieve y hielo. Y si ves roca, muy probablemente significa que es tanto desplomada como roma. A continuación, empieza la zona de la barrera de roca de escalada mixta a 70-80 grados, que tiene unos 300-400 metros de longitud.
Una de nuestras repisas para la tienda estaba bajo la roca desplomada (tuvimos que tallar hielo para construirla) y encontramos algo de equipo allí: cuerdas y algunas cosas de escalada artificial. Suponemos que fue abandonado por la expedición italiana en 1994. Un largo más arriba, llega el muro superior. Roca negra y bastante mala, que desploma a 110 grados. Intentamos encontrar un bypass, sin embargo fue un esfuerzo infructuoso, y finalmente decidimos escalarlo directamente. Después, empieza la parte cimera, y las pendientes de nieve te llevan directamente hasta la cima. Tomamos unas cuantas fotos y más tarde encontramos las cuerdas fijas de los indios que usamos para descender.