El 12 de febrero tiene su pedacito de historia en los anales del alpinismo. Tal día como hoy en 1985 se alcanzó la cumbre del Cho Oyu (8.188 m) por primera vez en invierno. Fue obra, como no podía ser de otra manera, de una expedición polaca liderada por Andrzej Zawada, que culminó con la cumbre de Maciej Berbeka y Maciej Pawlikowski. Tres días después, también hollaba la cumbre una segunda cordada, formada por Jerzy Kukuczka y Zyga Heinrich.

Los polacos eligieron la cara sureste de la montaña, en el lado nepalí del Cho Oyu, y no la vertiente oeste (tibetana) por donde circula la ruta normal. En esa vertiente, solamente figuraba una ruta, abierta por el centro de la pared por los austriacos Edi Koblmüller y Alois Furtner en 1978.
El campo base (5.200 m) se instaló el 30 de diciembre y ocho alpinistas polacos, cuatro canadienses y cuatro sherpas se reunieron allí el 2 de enero. Solamente faltaba Jerzy Kukuczka, que dinamitó el inicio de la expedición solicitando permiso para intentar primero el Dhaulagiri con otra expedición polaca organizada ese invierno, con la promesa de sumarse posteriormente a sus compañeros en el Cho Oyu. Muchos vieron en ello un acto de egoísmo, que permitía a Jurek evitar todo el trabajo previo en la montaña y aprovecharse de sus compañeros para ir solamente a la cumbre.
Pared técnica de 3.000 metros
Los expedicionarios se enfrentaron a un reto formidable en pleno invierno: un muro de 3.000 metros verticales, con notables dificultades técnicas, concentradas principalmente en el primer tercio. De hecho, tardaron un mes completo en superar las complejidades de ese tramo e instalar su campo 3 (6.700 m), el 29 de enero.
Desde ese momento, el equipo intensificó el ritmo de ascensión, conscientes de que el calendario solamente les ofrecía un par de semanas más de permiso, que expiraba el 15 de febrero, como era usual en la época.
En un trabajo de equipo perfectamente coordinado, las cordadas formadas por Andrzej Zawada y Zyga Heinrich primero, y Genek Chrobak y Miroslaw Gardzielewski después, consiguieron abrir el terreno de hielo muy vertical que daba acceso al C4 (7.200 m), instalado por estos últimos el 8 de febrero.
Ataques a cumbre
Por detrás de ellos subían Marciej Berbeka y Maciej Pawlikowski, ya pensando en la cima. Aquel día descansaron en el C3, mientras Jerzy Kukuczka llegaba al CB desde la cima del Dhaulagiri.
Mientras Genek Chrobak y Miroslaw Gardzielewski descendían cansados al CB el 10 de febrero, Marciej Berbeka y Maciej Pawlikowski ocupaban su lugar en el C4 y Jerzy Kukuczka subía al C2 con Zyga Heinrich.
El 11 de febrero, Marciej Berbeka y Maciej Pawlikowski ascendieron hasta 7.500 m fijando cuerdas y montaron allí el C5. Jerzy Kukuczka y Zyga Heinrich también progresaban y alcanzaron ese día el C3.
Finalmente, el 12 de febrero fue la jornada del ataque final. Bajo unas condiciones meteorológicas perfectas, aunque con un viento bastante fuerte que apenas les permitía mantenerse en pie en el plateau somital, Maciej Berbeka y Maciej Pawlikowski firmaban la primera invernal del Cho Oyu… además, por una ruta nueva y peligrosa. Eran alrededor de las 14:30 horas de la tarde y a las 18:00 horas se refugiaban de nuevo en el C5.
El 13 de febrero, los dos de cima se cruzaron con Jerzy Kukuczka y Zyga Heinrich, que subían desde el C3. Aquella noche, vivaquearon a unos 60 m del C5, que no pudieron encontrar en la oscuridad. El 14 de febrero, optaron por reponer fuerzas en el C5 y dejar su ataque a cumbre para el 15 de febrero.
Partieron a las 7:30 horas y no llegaron a la cima hasta 12 horas más tarde. La noche los alcanzó en el descenso y tuvieron que vivaquear a 7.700 m. Totalmente exhaustos, necesitaron cuatro jornadas para desandar toda la ruta y llegar al campo base.