Al Kamet, en el post-monzón y por una nueva ruta. Así se plantearon Kazuya Hiraide, de 29 años, y Kei Taniguchi, de 36, su segunda expedición al Himalaya, escogiendo la segunda cumbre más alta de la región india del Garhwal (la primera es el Nanda Devi, 7,816 metros). La nueva ruta de Kazuya y Kei transcurre por 1.800 metros con dificultades de M5+ y AI5+, sobre su pared sureste. Disciplina nipona en este gigante solitario bautizada como Samurai direct.
Aunque las intenciones de ascender el Kamet brotaban allá por 1855, no fue hasta 1931 cuando recibió su primer intento exitoso. Una expedición británica en la que participaban Francis Smythe, Eric Shipton, R. L. Holdsworth y Lewa Sherpa lograban coronar la que suponía la cumbre más alta escalada hasta la fecha, hasta que cinco años más tarde se conquistaba el Nanda Devi (ya se habían alcanzado altitudes superiores, sin cima, en los intentos al Everest).
«El Monte Kamet es la montaña más alta escalable en la India con un par de posibles nuevas vías en sus caras. Analizando algunas fotos, la virgen cara sureste captó nuestra atención por su hermosa línea directa», cuentan los japoneses Taniguchi y Hiraide, quienes salían el 23 de agosto de Tokio con destino Nueva Delhi. Tras la aproximación establecieron su campo base donde se unen los glaciares East Kamet y Raikiana, a una altitud de 4.700 metros. Les recibía un día espléndido y bajo la pirámide inclinada de la montaña, que asciende hasta los 7,756 metros, iniciaron la aclimatación, explorando su vertiente sureste y la ruta normal hasta el Collado Mead, pernoctando dos noches a 6.600 metros.
Los días siguientes, el Himalaya se mostró rígido y arrojó nieve intensamente, restándoles una valiosa semana en sus planes para culminar la ascensión. «Después de eso, tuvimos que trabajar muy duro para alcanzar el C1 y C2 en el glaciar este del Kamet, con nieve muy profunda de aproximadamente 1 a 2 metros». El 29 de septiembre iniciaban el asalto definitivo con una primera jornada en la que escalaban sobre nieve y hielo, con muy malas condiciones del terreno: «Tal y como esperábamos». Hiraide y Taniguchi se veían obligados a vivaquear a 6.600 metros. El segundo día combinaban la escalada en hielo «duro» y roca «suelta», para tan solo avanzar 150 metros. Otro gélido vivac y amanecían para afrontar más tramos de mixto «quebradizo», ganando otros 250 metros a la montaña. Aún les aguardaban tres vivacs hasta el ataque final a cumbre, sobre todo tipo de terreno, siempre en condiciones delicadas.
El séptimo día, el 5 de octubre, se hizo la luz y ascendieron por la arista hasta la cumbre. Recorrían los últimos 150 metros en una hora, contemplaron el panorama espléndido desde el vértice principal del Kamet e iniciaron el descenso por la cara noreste hasta el cuarto campo de altura de la ruta normal. «Finalmente el tiempo cambió después de abandonar la cumbre y al día siguiente comenzó a nevar. Seguimos descendiendo hasta el C2 con nieve profunda en la morrena y hasta el CB, que alcanzamos de noche».
En 2005 se gestaba el primer viaje de la cordada al Himalaya, también al Garhwal, donde inauguraban una nueva ruta en la cara norte del Shivling (6.543 metros), habiendo aclimatado con la segunda ascensión de la arista sureste al Muztagh Ata (7.546 metros).