La temporada de primavera no había comenzado nada bien en los ochomiles del Himalaya de Nepal. Las abundantes nevadas y el elevado riesgo de avalanchas obligaron a retirarse a algunos expedicionarios en el Manaslu y motivaron el retraso en los planes de cumbre en el Annapurna. Este ochomil suele considerarse el más madrugador y a veces ha sido coronado incluso en marzo, mientras que por ejemplo para el Everest normalmente hay que esperar hasta mayo.
Las condiciones meteorológicas ya habían dado al traste con los intentos de cima planificados anteriormente, para el 27 de marzo y luego para el 5 de abril. Y también jugaron un papel en la intentona definitiva. Cuando ya todas las expediciones daban por hecho que el 15 de abril iba a ser un buen día de cima, las previsiones cambiaron. Algunos grupos modificaron sus planes y aplazaron el ataque definitivo un par de días. No así el grupo encargado de equipar la ruta, de la agencia Seven Summit Treks, que mantuvo el programa.
Con ellos iba también Sajid Ali Sadpara, aunque en su caso sin oxígeno suplementario. Finalmente, Pasang Nurbu Sherpa y los sherpas de su equipo alcanzaron la cima el sábado 15 de abril a las 10:35 horas de la mañana, aunque en unas condiciones que estaban lejos de ser ideales. El pakistaní, por su parte, se reunió con ellos alrededor del mediodía. Su equipo de comunicación recalca que no llevaba asistencia de sherpas personales.
Aquella noche, Sajid descendió hasta el C4, para completar el descenso tranquilamente durante la jornada del domingo. La suya es la primera cima del Annapurna realizada sin oxígeno suplementario por un ciudadano pakistaní. Así lo comentaba por vía telefónica con su equipo en Pakistán:
Fue una cumbre dura, ya que las condiciones meteorológicas no fueron ideales y las condiciones de la escalada eran duras, con nieve profunda y un viento fuerte soplando en la parte alta de la montaña.
Su quinto ochomil y va a por más
Sajid Ali Sadpara ha recogido el testigo de su padre Muhammad Ali Sadpara y tiene el objetivo de ascender los catorce ochomiles. Con el Annapurna, su cuenta se eleva hasta los cinco. Comenzó con el K2 (8.611 m), que ha ascendido por partida doble, además de participar en la funesta expedición invernal en la que falleció su padre. A continuación, realizó el doblete de Gasherbrums, coronando con cuatro días de diferencia el G-I (8.080 m) y el G-II (8.035 m).
Finalmente, el pasado otoño se estrenó en las montañas de Nepal y holló la cima verdadera del Manaslu (8.163 m), también una primera para un alpinista pakistaní.
El plan de Sajid Sadpara pasa ahora por regresar a Pokhara para recuperar fuerzas y planear la siguiente aventura. A su partida de Pakistán ya adelantó que, según cómo le fuera en el Annapurna, consideraría enlazar esta ascensión con otros picos esta misma primavera, y sonaban como posibles el Kangchenjunga, el Dhaulagiri y el Makalu.
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Entonces, ¿hacemos seguimiento a todos los seres humanos, humanoides o alienígenas que intenten, digan que van a intentar, o que sueñan que van a intentar los 14 ochomiles por sus vanguardistas rutas normales?