La expedición al Everest de Marc Batard todavía no ha llegado al campo base y ya ha sufrido su primer revés. El protagonista ha sido el joven pakistaní Sajid Ali Sadpara quien, con problemas de salud que todavía no han sido detallados oficialmente, ha tenido que ser evacuado en helicóptero desde el valle del Khumbu hasta Katmandú. Allí, según ha informado la embajada pakistaní en Nepal, el hijo de Muhammad Ali Sadpara ha sido inmediatamente hospitalizado y puesto en tratamiento.

Esta es toda la información procedente de fuentes oficiales disponible por el momento. Ni la expedición de Marc Batard, ni el hospital, ni el propio Sajid Ali Sadpara han realizado ninguna comunicación al respecto, aunque las especulaciones sobre las distintas dolencias que podría sufrir y las inexactitudes sobre la localización desde la que fue evacuado han inundado con rapidez las redes sociales, especialmente en Pakistán.
Ruta para evitar la cascada de hielo
Sajid Ali Sadpara fue invitado a formar parte de la expedición de Marc Batard al Everest de este mes de noviembre en sustitución de su padre, que llevaba años acompañando al veterano alpinista francés cuyo principal objetivo es volver a ascender el techo del mundo sin oxígeno en 2022, cuando tenga 70 años.
Eso será el año que viene. Pero antes, Marc Batard quiere trazar una variante de la ruta normal de la cara sur por la que subir al Everest sea menos peligroso. Su intención es que el camino entre el campo base y el campo 1 no pase por la Cascada de Hielo del Khumbu, sino que lo haga por los flancos del Nuptse.
Hace unos meses tuvo ocasión de visualizar dicha línea en un vuelo en helicóptero y ahora quiere plasmarla sobre el terreno. Para ello, se ha rodeado de un fuerte equipo, en que –además de Sajid Ali Sadpara– figuran su hijo Alan Batard, el nepalí Pasang Nuru Sherpa, tres guías franceses y dos médicos.
Peligra el Manaslu invernal
Los planes de Sajid Ali Sadpara para este tramo final del año incluían también enrolarse en la expedición de Álex Txikon y Simone Moro al Manaslu invernal. También lo iba a hacer en memoria de su padre, que compartió la primera invernal del Nanga Parbat con el vasco y el italiano.