Las expediciones comerciales han dado el primer paso y el campo base del Everest se ha movilizado de cara a un eventual ataque a cumbre que podría acontecer –si el tiempo lo permite- el próximo fin de semana, cuando se preve una pequeña ventana de buen tiempo que podría ser la única de la temporada premonzónica. Esa brevedad que imponen las condiciones puede provocar una cierta masificación en la parte alta de la montaña, principalmente el sábado.

Hasta ahora, el jet stream en la parte alta de la montaña provoca vientos de unos 125 km/h, y no está previsto que se reduzcan a unos límites razonables hasta el 17 de mayo. El otro ‘problema’ es que las cuerdas fijas sólo llegan por ahora hasta los 8.300 metros.
Por eso, los trabajos para intentar fijar las cuerdas hasta la cumbre se han intensificado enormemente. Según cuenta el estadounidense Alan Arnette en su blog, hasta 11 agencias han aportado algunos de sus sherpas para crear un equipo lo más fuerte posible destinado a esta tarea. El objetivo es que los sherpas puedan llegar hasta la cumbre fijando cuerda ese mismos jueves 17 de mayo. Según los partes, la intensidad del viento volvería a aumentar el domingo 20 de mayo.
¿300 cumbres?
Según señala Tim Rippel de la agencia Peak Freaks en su blog, “los últimos dos años hemos visto entre 90 y 130 personas haciendo cumbre el mismo día”. El hecho es que hay mucha más gente anhelando esta montaña esta temporada. Alan Arnette calcula la cifra en más de 300 personas, las que andan ya de camino a la cumbre entre ambas vertientes de la montaña.
Con estos antecedentes, las expediciones apuran su estrategia para tener opciones de cumbre en esos escasos dos días, e incluso algunas de ellas contemplan la posibilidad de ascender sin la ayuda de las cuerdas fijas, algo nada habitual en la ruta normal del Everest. Por otro lado, algunas previsiones meteorológicas más a largo plazo hablan de la posibilidad de una nueva ventana de buen tiempo para finales de la semana próxima (demasiado tarde para quienes ven con preocupación el avance de los calores de la estación).
Ferran Latorre y Nacho Orviz en el CBA
Por su parte, Ferran Latorre y Nacho Orviz se están planteando adelantar su ataque a cumbre para hacerlo coincidir con esta ventana de buen tiempo, aunque en principio habían planeado realizarlo el lunes 21 de mayo. En declaraciones a la emisora de radio RAC1 esta misma noche, Latorre comentaba que “vamos a esperar a las últimas previsiones, de mañana, para ver si la ventana de buen tiempo anunciada se alarga un poco, al menos hasta el domingo. En función de esto, decidiremos si intentamos hacer cumbre el domingo o el lunes o nos esperamos”.
El alpinista catalán concedió la entrevista desde el campo base avanzado de la cara norte (6.400 m), adonde ya habían regresado después de su descenso hasta el campo base chino (5.170 m). En la cota inferior, se han recuperado y cogido fuerzas para poder lanzar el ataque a la cumbre con plenas garantías y sin oxígeno.
¿Simone Moro a la arista Oeste?
Mientras tanto, las expediciones estadounidenses que celebran los 50 años a la primera de su país al Everest intentando repetir la ascensión por la arista Oeste siguen encontrando obstáculos. Después de la forzada marcha de Cory Richards por enfermedad, son las dificultades técnicas debidas al estado de la montaña las que más entorpecen su avance, además del viento. En los últimos días, se ha hablado de la posibilidad de que Simone Moro –cuya expedición fue cancelada por problemas burocráticos- sustituya a Richards como compañero de cordada de Conrad Anker en esta difícil ruta. Las últimas noticias hablan de que su patrocinador estaría tramitando el correspondiente permiso.